Duelo de campeones
El Barça, vigente ganador del título, se mide al Liverpool de Benítez, vencedor hace dos años
Caprichoso, el bombo de la Champions deparó el duelo entre el Barça y el Liverpool, los dos últimos campeones de Europa, dos de los clubes con más renombre e historia. A falta de que se batan, todos parecen contentos. "El Liverpool era una de mis preferencias y así podré ver el club The Cavern, donde The Beatles comenzaron. Será difícil pero defendemos el título y somos los rivales a batir", expresó alegre Joan Laporta, presidente del Barça, que siguió el sorteo por internet en Japón y no pudo por menos que entonar parte de la famosa canción del grupo británico, Hey Jude, cuando conoció el nombre del rival. "Son los actuales campeones, pero tenemos dos meses para preparar el partido", proclamó Rafa Benítez, técnico del Liverpool, a la web del club inglés. "Todos dicen que el Barça es uno de los mejores equipos en el mundo. Tenemos que revertir esta situación". De eso sabe un poco.
"Dicen que el Barça es de los mejores del mundo y habrá que revertir esa situación", dice Benitez
Hace dos años, el capitán del Liverpool, Steven Gerrard, alzó en Estambul la Champions después de que su equipo, en un golpe de arrebato, remontara tres goles al Milan y venciera en la tanda de penaltis. La estructura de ese Liverpool sigue vigente. Reforzada por el ariete Kuyt, que juega de maravillas de espaldas a la portería, y que actúa de enganche con el espigado Crouch, la delantera del Liverpool es exquisita. En la media, gobernada por Xabi Alonso, uno de los capataces de la selección española, surgen más dudas. Entre otras cosas, porque Benítez, mermado por las lesiones de sus alas, ha recolocado al punzante media punta Gerrard como hombre de banda. Pero el interior Pennant ha recobrado su nivel y Benítez ha devuelto a Gerrard al eje de la medular. Los siempre revoltosos Luis García y Zenden (ex azulgranas), Kewell o Bellamy se disputan la banda izquierda. También sobresale la defensa, comandada por los experimentados centrales Carragher y Hyypia y Finnan y Riise, como laterales ofensivos. En la portería está Reina, que se formó junto a Valdés en el Barça y que explotó en el Villarreal.
En las últimas fechas se postulaba en los periódicos sensacionalistas ingleses que el club inglés estaba decidido a destituir a Benítez. Pero el ascendente que tiene en el Liverpool se observó hace más de un mes. Un viernes, apareció en el Mirror un artículo anónimo en el que se criticaban los métodos del español. El lunes siguiente, el presidente del Liverpool, David Moores, y el director ejecutivo, Rick Parry, le pidieron disculpas y le revelaron que el anónimo no era otro que Noel White, empleado en Anfileld desde 1985. Horas después, White dimitió.
Benítez, con contrato hasta 2010, ve ahora cómo Mohammed bin Rashied al Maktoum, jeque de los Emiratos Árabes, quiere comprar el club. Cuando Benítez llegó a Anfield, el presidente Moores le confesó su deseo de dejarlo. Consideraba que ya era la hora de abandonar la tradición familiar de gobernarlo después de 40 años. Pero Moores no lo venderá sólo por dinero y exigirá que se respeten ciertas tradiciones. Como, quizá, que nunca se ha despedido a un técnico en medio de una temporada. La venta no ocurrirá en principio hasta que se inaugure el nuevo estadio edificado al otro lado del Stanley Park, hasta después de jugar con el Barça.
La historia está de parte del Liverpool, vencedor en dos de tres enfrentamientos con los azulgrana que cayeron en las semifinales de la Copa de la UEFA en 1975-76 y 2000-01. Pero en la última ocasión, el Barça, en la liguilla de la Champions en la temporada 2001-02, venció en Anfield (1-3) y empató (0-0) en el Camp Nou.
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