Montilla cambiará la ley para consolidar la vicepresidencia de Carod

El rango de vicepresidente del Gobierno catalán dado al líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, en la negociación del nuevo tripartito será consolidado mediante la correspondiente modificación legislativa. Al anunciar ayer esta decisión en el Parlament, el presidente de la Generalitat, José Montilla, dejó claro que Carod es el número dos del Ejecutivo, pero también que no tiene las funciones de primer ministro que tuvo en la legislatura anterior como fugaz conseller en cap.

La creación de la vicepresidencia es uno de los cambios más notables introducidos por Montilla respecto a la etapa anterior. Pasqual Maragall delegó en el conseller en cap, o primer consejero, la coordinación del Gobierno que corresponde al presidente de la Generalitat, lo que daba un gran poder político a esta figura.

La modificación legal que se realizar "dentro de pocas semanas" dará a Carod el rango de vicepresidente del Gobierno, que no de la Generalitat. Por el decreto firmado por Montilla el 28 de noviembre se nombró a Carod "consejero del Departamento de la Vicepresidencia". A pesar de ello, Carod se ha hecho llamar vicepresidente desde el primer día. Y la oposición, sobre todo el grupo de CiU, ha aprovechado para hurgar en la "desconfianza" entre los dos principales socios del Gobierno que supuso no hacer conseller en cap a Carod como éste pretendía.

El líder de CiU, Artur Mas, puso nuevamente ayer el dedo en la llaga y auguró que esta desconfianza es "el germen de futuras discordias" en el Gobierno. También el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, dejó claro que la denominación de vicepresidente que invoca Carod "no encaja" con la letra que consta en el Diari Oficial de la Generalitat.

Mas y Piqué aludieron a este asunto, sin embargo, como un ejemplo más de lo que, a su juicio, son duplicaciones de funciones y cambios introducidos en busca de equilibrios que, en su opinión, no ocultan la falta de "coherencia" y "cohesión" en asuntos como la política energética. Pero la crítica principal recayó en el flagrante incumplimiento del compromiso de formar un Ejecutivo con paridad de sexos. Hay cuatro mujeres en un Gobierno de 15 miembros. Montilla admitió que en este aspecto "no se siente satisfecho".

En la primera sesión parlamentaria que permitía controlar al nuevo Gobierno se pudo ver cómo el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, asumía la función de presentar a Carod como el origen de todos los males, un papel que en pasadas legislaturas ejercía el PP, sobre todo antes de comprobar que reforzaba a ERC en todas las elecciones.