La última oportunidad de Seve

Cuando el hombre empezó a disponer de tiempo libre para pensar, cuando la lucha por la supervivencia dejó de ocuparle 24 horas, nació la filosofía, lo cual no obsta para que Severiano Ballesteros, más admonitorio que filosófico, avisara de lo peligroso para la salud que puede ser el exceso de tiempo libre. "Lo peor que le puede pasar a una persona es levantarse y no tener nada que hacer. Leer el periódico y tomar el vermú está muy bien, pero cansa", dijo ayer Ballesteros en una conferencia de prensa; "el tiempo libre da para pensar y ahí nacen los desvíos". Por eso, quizás; para huir de la dañina molicie, el cántabro seguirá siendo golfista. O, con más precisión, volverá a sentirse profesional del golf.

Los torneos de esta categoría se disputan sólo en tres jornadas y en campos más cortos

"Yo ya llevaba varios años retirado", dijo el jugador de golf de Pedrena. "Hace seis que no compito. Participaba en algunos torneos, pero estaba retirado y había llegado el momento de decidir entre tomarme el golf en serio o retirarme de forma definitiva. Y, como ha habido tanta especulación sobre el tema, hablo ahora para aclararlo: voy a seguir y lo voy a hacer en el Champions Tour".

Peyorativamente descrito como el circuito de los jubilados, el Champions Tour son los torneos de Estados Unidos reservados a los mayores de 50 años, edad que Severiano Ballesteros cumplirá el próximo 9 de abril. "Ya me dice Lee Treviño que me apunte; que allí, con no caerte del carrito, ganas 50.000 dólares", bromeó; "pero, en serio, no pienso usar cochecito: yo, a pie. Y ya podéis tener seguro que no es fácil, es un circuito muy competitivo, plagado de grandes jugadores".

Ballesteros, que no tendrá que pasar por la escuela para ganarse una plaza gracias a su magnífico palmarés -cinco grandes en su lista de 89 victorias: tres en el Open Británico y dos en el Masters de Augusta-, deberá disputar 14 torneos para conservar su plaza, lo que hará en tres tandas, comenzando a mediados de abril por el torneo de las Leyendas, que se juega dos semanas después del Masters, el último torneo que Ballesteros jugará en edad no senior.

Los torneos del Champions se disputan sólo en tres jornadas, de viernes a domingo, y normalmente en campos más cortos que los del circuito de la PGA y siempre en temporadas en que reine buen tiempo. Los premios, sustanciosos, son similares a los del circuito europeo profesional. En los greenes de Florida, Severiano Ballesteros se encontrará con viejos conocidos como Gary Player, Tom Watson o Tom Kite. También con amigos como Vicente Fernández o José María Cañizares, uno de los impulsores de su decisión: "Me animó diciéndome que, si me apuntaba, él no se retiraría, sino que seguiría un año más para divertirnos juntos".

Ballesteros, un jugador "a la antigua usanza", viajará solo: "Soy autodidacta para todo y no creo en los fisios ni en los masajistas ni en los psicólogos. Mi mejor acompañante serán los palos y las pelotas. Los peores serán mis dolores de espalda, que siempre me han impedido estar al ciento por ciento".

Habló Ballesteros de sus amigos Cañizares y Fernández, de su admiración por Arnold Palmer, capaz de seguir jugando, de encontrar motivación, de tener aún sed de competición a los 77 años, de Jack Nicklaus y su cadera metálica, pero a quien concedió más crédito para su decisión fue a sus hijos, a Javier, de 16 años, que ya es hándicap cero y con el que disfrutó como nunca cuando le hizo de caddie en el último Open Británico, y a Miguel, de 14, que le dio el disgusto de su vida cuando dejó el fútbol y decidió intentarlo con el golf.

"Mis hijos son lo que más quiero en este mundo", dijo. "Quiero ser el mejor padre posible y esta es otra razón de peso. Y encima, tengo la suerte de jugar al golf, el único deporte que ofrece a los 50 años una segunda oportunidad para seguir soñando con cosas inalcanzables".