De la mano del consumo

La economía alemana continúa consolidando su recuperación. Las previsiones oficiales indican que el producto interior bruto (PIB) podría crecer este año hasta el 2,5% gracias al tirón del consumo, que muestra sus mejores datos del último lustro. Alemania ha logrado, además, controlar su elevado déficit público y reducir sus gastos, sin perjudicar su despegue productivo.

En octubre, la tasa de desempleo descendió hasta el 9,8%, por debajo de los dos dígitos por primera vez desde noviembre de 2002

Los últimos datos indican que la economía alemana creció un 0,6% durante el tercer trimestre y un 2,3% en términos interanuales

Los últimos datos indican que el PIB alemán creció un 0,6% durante el tercer trimestre y un 2,3% en términos interanuales. Con estas cifras se confirman las previsiones de crecimiento del 2,5% para este año, su tasa más alta en cinco años. Estos positivos datos han llevado al Gobierno, bancos de inversión, instituciones internacionales y el propio mercado a confiar en la recuperación de la primera economía del mundo, inmersa en una crisis financiera durante el último lustro.

El Gobierno explica este crecimiento por la positiva marcha de las exportaciones, la inversión y sobre todo el despegue del consumo privado. Durante el tercer trimestre, los envíos al exterior aumentaron un 4,2% y se espera que cierren el año con un alza de 10,4% en comparación con el 7,1% alcanzado el año pasado. Por su parte, la formación de capital fijo, un indicador que refleja la inversión, crecerá este año hasta el 5,8%, superando largamente el 1% registrado el curso pasado.

Despega el consumo

Estos datos trimestrales tienen más valor ya que representan el resurgir del consumo, un indicador que representa cerca del 60% del PIB y que se mantuvo a la baja durante los últimos años. Las estimaciones indican que el consumo en Alemania se incrementará este año en 1%, mientras que la demanda interna ha crecido un 0,8% durante el periodo julio-septiembre.

El despegue del consumo tiene mucho que ver con la confianza de los alemanes en su economía, el tirón del Mundial de fútbol del verano y el positivo crecimiento del empleo, uno de los males endémicos del país europeo. La Sociedad Alemana para la Investigación del Consumo (GfK) presentó esta semana su indicador sobre el estado de ánimo de los consumidores alemanes, el que registró la calificación más alta desde noviembre del 2001.

El propio Bundesbank reconoció en su último boletín mensual que el Mundial de fútbol sumó cerca de un cuarto de punto al crecimiento del PIB en el segundo trimestre de este año, cuando creció un 1,3% en términos interanuales. Mientras, el paro continúa a la baja. La Oficina Federal de Empleo señaló que 67.000 personas encontraron empleo en octubre en comparación con septiembre, lo que representa una caída hasta el 9,8%, por primera vez desde noviembre de 2002 por debajo de los dos dígitos.

Incremento del IVA

Los menos optimistas señalan, sin embargo, que el consumo se ha visto impulsado por el alza de tres puntos del IVA, hasta el 19%, que se hará efectivo en enero. De esta manera, los consumidores se han volcado a realizar sus compras antes de que se eleven los precios. La Administración y algunos expertos han señalado que la buena marcha de la economía mundial, sumada al robusto crecimiento, no debería verse afectada por una hipotética caída en el consumo a partir del próximo año. Con todo, las previsiones señalan que el PIB crecerá un 1,5% en 2007.

El Ejecutivo justifica el alza de los impuestos en la necesidad de incrementar los ingresos fiscales para financiar las pensiones, reducir el elevado déficit estatal e intentar mantener la gran cantidad de beneficios sociales. Las previsiones del FMI indican que el déficit presupuestario de Alemania llegaría al 2,2% del PIB este año y a un 1,6% en el 2007. Con ello, el país cumpliría el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea por primera vez en cinco años.