Ocho heridos en el incendio de una vivienda en Vallecas
Ocho heridos. Una mujer en estado grave -con quemaduras en el esófago- y siete leves, entre ellos un bebé de seis meses. Es el balance del incendio que arrasó ayer una vivienda del primer piso del número 64 de la calle Ramón Pérez de Ayala (Puente de Vallecas).
El fuego se originó en el salón cerca de la una de la tarde. En la vivienda se encontraban Conchi, de 58 años, con su hija y dos nietos. "Empezó en el salón, mi mujer intentó apagarlo con una manta y aumentó", explica con entereza Pedro, el marido de Conchi, en el umbral de una casa calcinada. "Mi mujer quería quedarse a apagar el fuego, pero mi hija y los nietos la sacaron a empujones; después llamaron al telefonillo de todas las viviendas para avisar de que había fuego", cuenta mientras su mujer, que ha rechazado el traslado al hospital, es atendida en una ambulancia.
"Creo que ha sido por un cortocircuito", apunta Pedro. Y asegura que, en los últimos meses, el edificio ha sufrido "varios apagones y subidas y bajadas de tensión". Un portavoz de Unión Fenosa, empresa que proporciona electricidad al inmueble contactada ayer por este periódico, aseguró que los cables que están en el interior de la vivienda no son de su competencia.
La mayoría de los vecinos se encerró en una habitación de su casa y tapó las puertas con toallas mojadas. "Los vecinos, al oír que había fuego, abrieron la puerta por instinto", explicaba un miembro de Emergencias Madrid. Esos segundos sirvieron para que muchos inhalaran humo y tuvieran que ser atendidos en el hospital de campaña instalado por el Samur, donde se dio de alta a cinco de ellos.
'Efecto chimenea'
Veinte minutos después de que se iniciara el incendio, las dos dotaciones de bomberos que se acercaron hasta el lugar lograban sofocarlo. Los bomberos aconsejaron a los vecinos que permanecieran en sus casas ante el riesgo que suponía salir a las escaleras del edificio, llenas de humo. El consejo funcionó hasta el cuarto y último piso, en el que el efecto chimenea, aumentado por la entrada de oxígeno a través de la ventana sin cristal de la vivienda quemada, elevó el peligro.
Allí, una mujer de 41 años y su hijo de 19, asmático, pedían ayuda. Los bomberos recurrieron a la escalera para sacarlos de la vivienda. Ambos fueron trasladados al Gregorio Marañón. La mujer estaba anoche grave, con quemaduras en el esófago.
Por otra parte, agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a nueve personas que, presuntamente, obligaban a mujeres a ejercer la prostitución, según informó ayer el Ministerio de Interior. Entre los nueve detenidos -cuatro rumanos, dos ecuatorianos, un italiano, un boliviano y una búlgara- hay tres mujeres. Los supuestos proxenetas eran integrantes de una red que introducía en Madrid a chicas para que trabajaran en clubes de alterne. Para ello usaban amenazas y llegaban a utilizar la violencia física.
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