Deco ejerce de Ronaldinho pero el equipo acusa su sustitución
Deco tapa huecos cuando el equipo defiende, intercepta, pone la pausa, combina, se multiplica... y, si es necesario, es capaz de lanzar una falta y marcar. Sucedió ante el Levante. Era la segunda vez que el portugués ejecutaba una falta directa esta temporada. La transformó y allanó el camino del Barça que no estaba resultando plácido en el maltrecho césped del Ciutat de Valencia.
Fue él mismo, tras una combinación con Sylvinho, quien forzó la falta en el vértice izquierdo del área del Levante. Dado que no estaba Ronaldinho, al que Frank Rijkaard decidió dejar en Barcelona con el objetivo de preservarlo para el partido de la Liga de Campeones el próximo martes ante el Werder Bremen, Deco tomó el cuero, lo plantó en el césped y, sin apenas tomar carrera, lo envió por encima de la barrera a un palmo de la cruceta. El balón tocó el palo y se alojó en la red.
Ronaldinho es habitualmente quien ejecuta las faltas y, en su defecto, Márquez, también ausente ante el Levante debido a que acaba de salir de una lesión. Ronaldinho había anotado dos tantos de falta directa en los 17 lanzamientos que suma en la Liga. Deco sólo había lanzado una falta en lo que va de campeonato.
Jugador de equipo por excelencia, el centrocampista portugués es un fijo en las alineaciones de Rijkaard desde que llegó al equipo azulgrana en el verano de 2004 procedente del Oporto. En su primer año en el Barça fue titular en 35 de las 38 jornadas y contribuyó al título con sus goles oportunos y su carácter ganador. En la temporada 2005-2006, fue clave en la consecución del doblete. Jugó 29 partidos de Liga y 11 partidos en la Liga de Campeones, marcando 5 goles. A pesar de los títulos obtenidos con el Oporto y el Barcelona, Deco no es un jugador mediático. "Mi fútbol es de verdad, por eso vende mal", admite. De él dijo una vez Johan Cruyff que no es grande por pensar rápido sino que podía señalarlo como el mejor centrocampista del mundo por otra razón: "Ejecuta un segundo más rápido que los demás".
"Deco no se esconde nunca", aseguran sus entrenadores. Por eso asume riesgos y es uno de los que más balones pierde, aspecto que compensa con creces con las constantes recuperaciones que logra. Después de transformar la falta en el Ciutat de Valencia, Deco se dirigió hacia sus compañeros en el banquillo y bromeó saludando como suele hacerlo Ronaldinho. Cuando el árbitro señaló el final del primer tiempo, se intercambió la camiseta con Riga y cuando faltaban 16 minutos para el final, Rijkaard decidió relevarle. Fue irse Deco y empatar el Levante. Álvaro tradujo el dominio del equipo valenciano, que frenó la buena racha del Barça que sumaba tres victorias consecutivas ante el Zaragoza (3-1), el Mallorca (1-4) y el Villarreal (4-0) tras haber empatado en el campo del Deportivo.
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