Un Ejecutivo para no repetir los errores del tripartito
José Montilla quiere una legislatura tranquila, sin las convulsiones que azotaron al tripartito de Pasqual Maragall. Aprendidos los errores, el nuevo presidente de la Generalitat demostró ayer, al dar a conocer la composición de su Gobierno, que la mejor fórmula para atajarlos es corregirlos desde la base.
Buena parte de esas turbulencias se originaron por la ausencia en el Ejecutivo de los máximos dirigentes de cada partido, a excepción hecha del ecosocialista Joan Saura. De ahí que Iniciativa fuera la formación menos perjudicada por el primer Gobierno de izquierdas en Cataluña y la única que incrementó votantes en las elecciones del 1 de noviembre.
Ahora, Montilla dirige el PSC y será el presidente. Además, controlará toda la comunicación externa del Gabinete y coordinará la acción gubernamental, una responsabilidad reservada en principio al primer consejero, figura que ha desaparecido del organigrama.
Los republicanos Josep Lluís Carod Rovira y Joan Puigcercós, que se reparten el control de Esquerra, ocuparán la vicepresidencia y el Departamento de Gobernación. Carod, que vuelve al Gobierno tras ser expulsado por su entrevista en secreto con la dirección de ETA, se reservará relaciones exteriores -menos UE- política lingüística cooperación, asuntos religiosos y deportes.
Joan Saura sumará a Relaciones Institucionales y Participación un área tan conflictiva como Interior. La oposición de CiU y PP ya le ha preguntado cómo piensa compatibilizar el mando de la policía autonómica catalana con su deseo, verbalizado en los últimos días, de practicar una política de seguridad al "servicio de los más débiles".
Revolución
Aparte de estas novedades, el Gobierno de José Montilla presenta escasas sorpresas en cuanto a personas -a excepción de Ernest Maragall al frente de Educación-, pero supone, en cuanto a agrupación de áreas de poder, una auténtica revolución. Por ejemplo, Esquerra Republicana asumirá un macroárea de Innovación, Universidades y Empresa, suprimiendo así el departamento de Industria, al frente del cual repetirá Josep Huguet. En cambio, Energía pasará a manos de Antoni Catells, un hombre de la máxima confianza de Montilla que repite en Economía y Finanzas. El Departamento de Bienestar Social pasará a denominarse de Acción Social y Ciudadanía.
El nuevo Gobierno, con 14 departamentos, dos menos que en 2003, no será paritario pues sólo tendrá cuatro mujeres. Incorpora a dos independientes, Joan Manuel Tresserras, en Cultura y Medios de Comunicación, y Mar Serna, en Trabajo.
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