Un proyectista admite sobrecostes en Terra Mítica que cree normales

El representante de la firma que proyectó el parque Terra Mítica reconoció ayer ante el juez que hubo sobrecostes, pero los consideró normales. Cuatro representantes de empresas dedicadas al control de la ejecución de las obras del parque temático declararon también por la trama de facturas falsas y confirmaron que el empresario Vicente Conesa, a quien se adjudicó la jardinería, tenía tanta autonomía que llegó a acreditar los trabajos.

El director técnico de Terra Mítica, Antonio Rincón, controlaba los certificados de calidad

El titular del Juzgado de Instrucción número tres de Valencia recibió ayer declaración a los representantes de cuatro empresas vinculadas con el proyecto de construcción del parque Terra Mítica y el control de dichas obras. El representante de Instalaciones Técnicas de la Construcción fue el primero en someterse a las preguntas de las partes. Su empresa formó una Unión Temporal de Empresas (UTE) junto a Euroconsult y a Atisae bajo el nombre de Terra Control. Su cometido era, según el contrato, que fue leído ayer en la sala, aplicar parámetros de calidad, medirla, desde todos los puntos de vista, incluida la comparación con el coste.

El representante de Instalaciones Técnicas de la Construcción dijo ayer que efectivamente su empresa hizo evaluaciones de calidad de, por ejemplo, el acero o el hormigón. Pero reconoció que no lo hizo respecto a los costes. El representante de Euroconsult fue aún más gráfico y llegó a afirmar que sólo evaluó aquello que les fue expresamente pedido. La fiscal exhibió el contrato firmado, por más de 1.300.000 euros. Y el testigo admitió no haber cumplido con todo lo que él se especificaba, sin que ello supusiera que cobrara menos dinero del estipulado.

La otra de las empresas que formaba parte de la UTE Terra Control, Atisae, fue también preguntada, a través de su legal representante, por el papel que realizó en las acreditaciones de calidad. Sin embargo, el compareciente no pudo aportar datos precisos porque indicó que no estaba a pie de obra y que Terra Mítica era, para él y en aquel momento, un cliente más entre varias decenas.

Por otra parte, compareció un representante de la empresa Global, encargada de proyectar la construcción del parque. El compareciente, arquitecto, explicó que no le consta que se hayan facturado obras que no se hayan realizado, reconoció la existencia de sobrecostes pero los minimizó porque a su juicio el modelo de construcción y el tiempo de ejecución los hacían prever. De hecho, dijo en la sala que el nivel de calidad del parque permite asumirlos. Según su conocimiento, añadió, esos sobrecostes no difieren de los detectados en otros parques temáticos de similares características. A Global sí le llamó la atención que Vicente Conesa -que entró en la UTE que Global tenía con Bovis a través de esta última- fuese a la vez adjudicatario de las obras de jardinería y ostentara la gerencia, y por tanto la capacidad de acreditarlas. Explicó que eso no extraña en obras pequeñas pero sí en una obra como la de Terra Mítica. Este mismo representante fue quien dio además detalles de la necesidad en un determinado momento de que Terra Mítica contratara a un director técnico, precisó que se le pidió a Miguel Navarro, entonces director, y que éste contrató a Antonio Rincón. Los certificadores de calidad señalaron precisamente a Rincón como el receptor de toda la información sobre ese proceso de ejecución.

De hecho, el representante de Euroconsult agregó que recibió una carta de Terra Mítica para que abandonara su trabajo por discrepancias con Rincón. Ese documento será aportado al juzgado que investiga el fraude de 4,4 millones de euros a la hacienda pública a través de facturas falsas en las liquidaciones de los impuestos de IVA y Sociedades de 20 empresas, hechos por los que están imputados 32 empresarios.