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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Pecados

El color del pecado, la telenovela de sobremesa estrenada por Antena 3, no está consiguiendo los resultados de audiencia que se prometían los que la promocionaron por tierra, mar y aire, rezando para que el gusto de los brasileños coincidiera con el de los españoles. Los caminos del éxito son insondables, pero no cabe duda de que la serie va al grano. Al minuto de haber empezado, el apuesto protagonista de buena familia siente la flecha del amor y se enamora de la apuesta chica pobre. Para que quede claro a qué pecado se refiere el título, los dos no tardan en retozar sobre las blancas arenas brasileñas y compartir chapuzones salvajes, de esos que tanto juego dan cuando son inmortalizados por los paparazzi. Los escenarios naturales de El color del pecado son fantásticos y, por sí solos, justifican su visión, aunque puede que la serie no triunfe precisamente por eso, porque uno no sabe si está viendo un culebrón fetén o un documental sobre la exuberante geografía brasileña patrocinado por el Ministerio de Turismo. También hay un conflicto ideológico: el padre del chico rico y apuesto es un despiadado capitalista que tala bosques enteros para enriquecerse. Y el hijo, Paco, es ecologista. Para demostrarlo, vive en una cabaña sostenible, lleva pantalones holgados y el pelo largo, tiene placas de energía solar en el jardín y se manifiesta en defensa de los derechos de la ecología, aunque eso suponga contradecir a su padre. Hay una mala muy mala, fría y calculadora, que se interpone en el amor ingenuo y auténtico del ecologista guaperas y de la espontánea chica del pueblo, que regenta un negocio familiar de herboristería.

El doblaje es chocante, probablemente porque estamos acostumbrados a que los culebrones derrochen modismos latinoamericanos que enriquecen sus contenidos. Lo de los doblajes es preocupante. En la adictiva Prison break (La Sexta), por ejemplo, hay un preso que debería ser latino y que ha sido doblado por alguien que considera que ser latino consiste en hablar como si llevaras una patata ardiendo en la boca.

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