"Perdimos la esencia"

El gélido ambiente de Sofía no invitaba ayer a grandes celebraciones en el Vasil Levski Stadium. Tras el pitido del árbitro ruso Baskakov, los jugadores azulgrana enfilaron el camino de los túneles que dan acceso a los vestuarios. Allí se reunieron con su entrenador Frank Rij-kaard, que, a diferencia de las elegantes prendas que habitualmente viste, apareció con la sudadera del chándal del equipo debajo de una de sus americanas. Minutos más tarde piropeó a sus jugadores por la serenidad demostrada y por la intensidad y la concentración del colectivo. "Hay que felicitar al grupo porque se ha metido en el partido y lo ha sacado adelante", destacó el técnico holandés, que hizo hincapié en que sus jugadores se arremangaron y se colocaron el mono de trabajo. "En estos partidos hay que salir a luchar y sufrir para conseguir el propósito que nos habíamos marcado. He visto la mentalidad correcta", dijo Rijkaard. Buena prueba de la intensidad del encuentro es que Márquez fue sustituido por Oleguer porque había sufrido un golpe en el tobillo y Ronaldinho y Motta terminaron el partido con molestias. "Los tres están un poco tocados, pero no hay nada grave", tranquilizó el entrenador.

Rijkaard también quiso subrayar la actuación del equipo rival, que no dejó circular el balón con fluidez durante la primera mitad. "El Levski se ha protegido y ha tratado de hacernos daño, pero los goles han llegado en el mejor momento para nosotros. Nos han dado confianza", zanjó Rijkaard, que en todo momento estuvo al corriente de lo que ocurría en el Werder Bremen-Chelsea. "He ido viendo el resultado en el marcador del estadio".

La mayoría de los jugadores azulgrana coincidieron con su técnico a la hora de juzgar las razones del descontrol exhibido en el primer tiempo. Sylvinho fue meridiano: "Tras el primer gol nos volvimos conservadores y perdimos la esencia de lo que es el Barça". Xavi respaldó el argumento. "Tras el gol no hemos presionado tan arriba. El Levski tenía la pelota muy en su campo. Hasta que hemos marcado el segundo no hemos dejado de sufrir", reconoció el centrocampista. Unos metros más atrás, Puyol también sufrió: "Todos hemos sufrido, y mucho", aseveró, asustado aún por el aspecto de la grada, en una de cuyas esquinas se observaban esvásticas y se tiraban bengalas, una muestra más de la actitud radical de alguno de lo aficionados locales, reincidentes en estos actos. La rivalidad del Levski con el CSKA, el equipo del ex azulgrana Stoichkov, acentuó la carga ambiental y en la cancha se aseguró que fueron seguidores del club rival los que tiraron bengalas al campo.

"En teoría somos favoritos, pero también debemos ser conscientres de que no será fácil", reflexionó el capitán Puyol cuando se le preguntó por el decisivo partido del próximo día 5 contra el Werder Bremen en el Camp Nou. "Por muy interesante que pueda presentarse el partido, a nosotros ya nos gustaría estar clasificados a estas alturas y no tener que jugarnos la clasificación en un partido después de haber disputado una liguilla", opinó Xavi.

"Estamos listos para ganar la final que debemos jugar contra el Werder Bremen", concluyó Ronaldinho. "Para ese partido no hay favoritos, pero jugaremos en casa, y el factor campo tiene que ayudarnos tanto a nosotros como jugar en contra de nuestro adversario".