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Retorna el ala derecha que golea desde la banda

Àngels Piñol

Giuly apareció por la espalda y mató por sorpresa nada más empezar. Minuto 5, despeje fallido de Milanov y, llegando desde atrás, el francés aprovechó la segunda opción de un ataque conducido por Zambrota, metió el empeine de arriba abajo y clavó la pelota en la red. Justo lo que le pidió Txiki Begiristain al regreso de Madrid en la campaña 2004-05, tras perder por 2-0 en el Bernabéu y desaprovechar el extremo no menos de cinco ocasiones: "Delante de puerta, pégale como te salga, no lo pienses, como hacías en el Mónaco". Así lo hizo Giuly, llegando desde la banda derecha, donde estaba Messi hasta que se lesionó y le abrió las puertas al francés. "Bueno, se trata de aprovechar la ocasión y disfrutar de que juego en el Barça", simplificó ayer.

Iniesta, que se ha alineado en todos los partidos desde que se inició el campeonato, también llegó ayer, también se aprovechó de un rechace y también culminó un ataque en segunda opción. Venía de la banda derecha, donde pasó a jugar cuando Rijkaard quitó a Giuly y metió a Xavi. Perdió verticalidad el equipo, pero ganó control con un nuevo medio.

Para Iniesta, la posición no es nueva. Hace dos temporadas, cuando fue el jugador más utilizado por Rijkaard, el volante de Albacete se acostumbró a ocupar el ala derecha del ataque barcelonista. Jugó 37 partidos en Liga y sumó 1.713 minutos. En cambio, Giuly -fue fichado del Mónaco, donde actuaba de enganche, con la promesa de que aceptaba jugar pegado a la banda sin reschistar- apareció en 29 partidos y dispuso de 2.143 minutos. Metió 11 goles, uno más de los que prometió, en Liga y uno en la competición europea.

El francés era titular, y ejercía de refresco Iniesta, que cuando le daba relevos también se pegaba a la cal. Como hizo ayer, para satisfacción de Rijkaard, que vio como Iniesta entendía la necesidad del partido, colaboraba al guardar el balón y además metía la puntilla al Levski: "Ha servido para darnos el control del encuentro; nos reportó serenidad", aseguró el manchego. "Estoy muy satisfecho de que hayan sido ellos los que han marcado, jugaron muy bien", explicó Rijkaard, condicionado por la falta de Messi, Eto'o y Saviola, y abrazado a la posibililidad de recuperar a Iniesta como extremo.

Giuly mantiene una extraña regularidad en Liga de Campeones: sale a gol por año. Marcó contra el Celtic en Glasgow en su debut europeo con el Barça, pero sobre todo firmó el tanto que la temporada pasada terminó por meter al Barça en la final de la Liga de Campeones, al aprovechar en Milán un servicio de Ronaldinho. Ayer anotó su clásico gol de Champions: "Un tanto importante porque nos ha permitido jugar tranquilos", aseguró después el francés, que añadió: "Era cuestión de jugar con cabeza y lo hicimos".

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