Easyjet redobla su apuesta por Madrid con un cuarto avión en la nueva base

Si el desembarco de las compañías de bajo coste en Madrid-Barajas fuese una partida de póquer, Easyjet le estaría diciendo a su rival Ryanair: "Veo tu base y subo a un avión más". Ambas compañías, las dos mayores aerolíneas baratas de Europa, han decidido abrir bases en el aeropuerto madrileño. Primero lo anunció Easyjet, que ya operaba en Barajas, para empezar el 15 de febrero, con tres aviones y siete destinos nuevos desde Madrid, hasta sumar 16, entre ellos dos rutas nacionales. Ryanair contraatacó semanas después con el anuncio de 14 destinos por primera vez desde la capital de España, a partir del próximo miércoles. Y también con tres aviones que se quedarán a dormir en Barajas.

Pero ahora Easyjet redobla su apuesta y destina un cuarto avión a la base de Madrid, lo que supone incrementar la oferta en un 33%, según comenta el director general de la compañía para el sur de Europa, Arnaldo Muñoz. "Nuestra apuesta por España es muy fuerte, la compañía cree que hay una gran oportunidad porque es uno de los pocos mercados en Europa donde crece la capacidad", explica. "En Madrid hemos alcanzado ya 1.150.000 pasajeros, con lo que hemos cumplido ya el objetivo del año", y en el conjunto de España la compañía ha crecido este año "un 16% en pasajeros". Prevé captar dos millones de viajeros en 2007 en Madrid, donde el pasado año logró situarse como sexta compañía con 730.000 pasajeros (860.000 si se suman los de su filial Easyjet Switzerland). Barajas será, augura Muñoz, "la base más rentable" de la aerolínea.

Tras Reino Unido, España es ya el segundo mercado más potente de la compañía, una cuarta parte de sus pasajeros totales. Muñoz confía en que la base de Madrid sea un gran éxito, como el cosechado por la de Milán-Malpensa, donde en sólo siete meses se ha convertido en la segunda compañía.

Easyjet anunció el pasado martes un beneficio antes de impuestos récord en su año fiscal (de septiembre a septiembre) de 129 millones de libras (190,26 millones de euros), un 56% más que el ejercicio anterior. Una de las claves para conseguirlo es el incremento de los ingresos por cargos por exceso de equipaje, uso de tarjetas o venta a bordo, que aumentaron un 51%.