EU se rebela contra Glòria Marcos en las Cortes en la votación de las cajas

La votación para elegir a los consejeros generales en representación de la Generalitat en Bancaja y Caixa Ontinyent, que corresponde nombrar a las Cortes Valencianas, deparó ayer un resultado inesperado. Aunque todo estaba pactado entre los tres grupos parlamentarios, el recuento de la urna de Bancaja reportó seis votos en blanco y la de Caixa Ontinyent, uno. Y aunque los sucesos de los días anteriores podían apuntar a una fuga de votos del PP, lo cierto es que esta se produjo en el seno de Esquerra Unida-L'Entesa. Varios de los diputados de este grupo votaron en blanco como medida de protesta contra la dirección del partido, que había "impuesto" los nombres de sus representantes.

El pleno de las Cortes Valencianas eligió ayer a los 28 consejeros generales en representación de la Generalitat en la asamblea general de Bancaja y a los 11 de Caixa Ontinyent que corresponde nombrar a la Cámara en esta renovación de los órganos de gobierno de las dos entidades. Los tres grupos parlamentarios habían pactado listas conjuntas para las dos cajas. La de Bancaja estaba compuesta por 19 nombres propuestos por el PP, 7 del PSPV y 2 de EU-L'Entesa. Y la de Caixa Ontinyent, por 9 del PP, 1 del PSPV y otro de EU-L'Entesa. La lista conjunta de Bancaja obtuvo 78 votos a favor y 6 en blanco y la de Caixa Ontinyent recibió 83 votos a favor y uno en blanco. Faltaban en el pleno el presidente de la Generalitat, Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por el PP, y los diputados Diego Macià y María Ángeles Rocher, por el PSPV, así como el tránsfuga Javier Tomás.

Las especulaciones en torno a la procedencia de los votos en blanco se dispararon. La primera sospecha apuntaba una represalia relacionada con el conflicto entre socialistas y populares en torno a la renovación de la asamblea de la CAM. Pero el portavoz del Grupo Socialista, Joan Ignasi Pla, afirmó de inmediato que ningún miembro de su grupo había votado en blanco. Y antes de que los periodistas pudieran abordar a su homólogo del PP, Serafín Castellano, para preguntarle al respecto, fue el portavoz de EU-L'Entesa, Joan Ribó, el que arrojó luz sobre el asunto. Ribó reconoció que "algunos" de los votos en blanco procedían de su grupo, pero no quiso precisar los nombres de sus compañeros que habían ejercido ese derecho, porque el voto es secreto. Él, afirmó, había votado las listas pactadas. Todo parece indicar que cuatro de los seis los votos en blanco de la urna de Bancaja eran los de los diputados de EU-L'Entesa Dolors Pérez, Alfred Botella, Joan Antoni Oltra y Carles Arnal. Este último habría votado también en blanco en Caixa Ontinyent.

La decisión de votar en blanco, una rebelión en toda regla, estaba relacionada con la "imposición" por parte de la dirección del partido de los nombres de los representantes de la formación en Bancaja. La coordinadora de EU, Glòria Marcos, negó que se hubiera impuesto nada, porque, afirmó, se ha hecho "lo de siempre", esto es, que la dirección hizo una propuesta, en esta ocasión sin pasar por el Consell Polític, que aún no se ha constituido tras la reciente asamblea. Sobre la autoría de los votos en blanco, Marcos afirmó: "No me consta que sean de los diputados de EU, mientras ellos no me lo digan expresamente". Y añadió que ayer, poco después de la votación, estuvo en el grupo y ninguno de los diputados le había "dicho nada". Sin embargo, Ribó explicó posteriormente que él le comentó a Glòria Marcos que unos diputados de su grupo habían votado en blanco y que le explicó las razones. Ribó declaró, además, que la propuesta de los representantes de EU para la asamblea de Bancaja no se había hecho "como siempre" y negó que en otras ocasiones haya sido decidida por el Consell Polític.