Salario y productividad

En los últimos tiempos se están alzando voces advirtiendo de los peligros que puede presentar un sistema retributivo excesivamente rígido, defendiendo la necesidad de situar como referente salarial la producción por hora trabajada. En una sociedad global como la que nos movemos, no asumir esta tesis podría conducir a una pérdida de competitividad y productividad frente a las nuevas economías emergentes. Se trataría de romper la tradicional conexión entre salario y tiempo de trabajo, sustituyéndola por otros conceptos retributivos que busquen la motivación personal.

El objetivo sería la instauración de un moderno sistema retributivo que junto con un mínimo salarial fijo, basado en las competencias y conocimientos del trabajador, contase con un componente salarial variable, relacionado fundamentalmente con su rendimiento, tratando con ello de vincular los costes salariales a lo aportado en la actividad productiva. Esto requeriría un análisis previo que valorase la relación esfuerzo-resultado, pudiendo llegar incluso al estudio del valor de la hora de trabajo de cada persona.

De ahí que cuantificar esta productividad no resulte fácil. Existen en la actualidad una pluralidad de sistemas de muy diferente naturaleza. Así, junto a los más básicos, como las comisiones, aparecen métodos más complejos que pueden premiar el mayor rendimiento individual del trabajador, valorando la consecución de unos determinados objetivos, retribuir el incremento de la productividad global de la empresa.... con las más variadas denominaciones (bonus, incentivos, primas...). También cabe mencionar aquellos que atienden más a variables económicas que a la actividad concreta del trabajador, como los que otorgan participación en los beneficios, o los que valoran el aumento de la rentabilidad de la empresa (stock options).

Ahora se observa una tendencia en la negociación colectiva por esta vía. Buena muestra de ello es la política de supresión de los complementos por antigüedad y su sustitución por otros vinculados a la productividad. Pero lo cierto es que hoy sólo dos de cada diez trabajadores con convenio vigente tienen una parte del sueldo ligado a la productividad.