Otegi asegura que la condena a De Juana impide la construcción del proceso de paz

El portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi advirtió ayer al presidente José Luis Rodríguez Zapatero de que resulta "imposible" construir un proceso de paz ante hechos como la condena al etarra Iñaki de Juana Chaos, y le exigió que no siga la estela del PP. Las últimas decisiones judiciales han puesto en guardia a PNV, EA y EB, que pretenden hacer frente a lo que el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, calificó de actuaciones judiciales "involucionistas" y "predemocráticas". Los populares acusaron al presidente del Gobierno de utilizar los mismos argumentos que los etarras.

Arnaldo Otegi calificó la condena a De Juana como "grave" y subrayó que "no sirve para arreglar las cosas" y hace "imposible" avanzar hacia una solución. El dirigente de la formación ilegalizada pidió también al presidente que se aleje de las posturas del PP, y recordó hasta dónde fueron capaces de llegar los populares en sus "mentiras" con el 11-M. "¿Cómo no van a ser capaces de hacer lo mismo con tal de reventar el proceso?", inquirió.

Precisamente, el secretario de Seguridad del PP, Ignacio Astarloa, había elevado ayer una vez más el tono para acusar a Zapatero de "mantener una actitud patética, ya que comparte los mismos argumentos que la banda terrorista al querer buscar la paz y el cese de la represión sin la aplicación de la ley y los jueces".

Otegi subrayó de nuevo que la situación en la que se encuentra el proceso de paz es "grave" y que "las cosas están mal". Y casi rememorando aquella rueda de prensa del 14 de enero de 2005 en la que él mismo presentaba a los periodistas la carta que Batasuna había remitido a Zapatero -misiva en la que admitía la necesidad de un acuerdo integrador entre nacionalistas y no nacionalistas-, Otegi volvía a pedir al presidente que apueste por el proceso, porque no hay alternativa.

Entonces había animado al presidente a pasar a la historia "como el Tony Blair español", y ayer le pidió que encare el proceso "con ambición y con decisión histórica", y que dé un "vuelco en la dirección política del Estado en términos de solucionar el conflicto". "Y si no, que le explique a este país cuál es su alternativa, porque no la hay; sería volver a lo de siempre", en alusión a la vuelta del terror, algo que lejos de traer soluciones, sólo ha generado "sufrimiento en todas las partes".

La nueva condena a De Juana, el encausamiento del lehendakari, Juan José Ibarretxe, como presunto autor de un delito de desobediencia por reunirse con Batasuna, y la anulación por el Tribunal Supremo de la sentencia absolutoria al ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa han terminado por enredar el proceso para el fin de ETA. Y cada actor político en Euskadi hace su propia valoración política.

En el lado nacionalista y en EB se ha puesto el énfasis en las decisiones judiciales que han tocado al lehendakari o a los tres políticos juzgados y absueltos hace un año en el caso Atutxa. Las tres formaciones pretenden hacer frente a una "ofensiva judicial" que nace, a su juicio, de lo que el presidente peneuvista, Josu Jon Imaz, denominó ayer en una entrevista en ETB los "sectores ultraconservadores que están enquistados en el sistema judicial".

Sectores que a juicio de Imaz y del Gobierno vasco, EA y EB, empiezan a suponer un "riesgo de involución democrática y están atacando a derechos fundamentales de las personas", en alusión a Ibarretxe, Atutxa (PNV), Knörr (EA) o Bilbao (EB). Imaz también rechazó la nueva condena a De Juana por el delito de amenazas (12 años y siete meses) y la consideró también "inaceptable", aunque negó que pueda condicionar el proceso.

El portavoz de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, afirmó ayer que el avance del proceso de paz no depende de la huelga de hambre Iñaki De Juana Chaos, sino de la voluntad de ETA de dejar las armas, unas declaraciones que coincidieron con las efectuadas por el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, quien reiteró la posición mantenida la víspera por José Luis Rodríguez Zapatero en el Senado e insistió: "El principal obstáculo para el proceso de paz no radica en la huelga de hambre que ha iniciado el preso de ETA Iñaki de Juana, sino en la falta de voluntad inequívoca de ETA de abandonar las armas".

López Garrido trató de evitar que la responsabilidad de las dificultades por las que atraviesa el proceso del fin de la violencia recaiga sobre el Poder Judicial. "El Estado de derecho no está en tregua", aclaró el portavoz socialista. Pero criticó, sin embargo, al portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, por comportarse como un "portavoz político de la extrema derecha", ya que la víspera había dicho que "los magistrados no van a ponerse al servicio del proceso de paz".