Hinchas del Rayo asaltan un bar en Talavera y golpean a los clientes

Una treintena de seguidores del Rayo Vallecano, armados con palos, pinchos, escudos caseros con clavos, bengalas e incluso un hacha destrozaron ayer un bar de Talavera, donde su equipo disputaba su partido en Segunda B ante el conjunto local, y propinaron golpes a varios clientes, al dueño del establecimiento y a su hijo.

Testigos presenciales narraron que los hechos sucedieron pasada la una de la tarde, cuando un autobús con seguidores del Rayo se detuvo junto al bar La Amistad, que es frecuentado por seguidores del Talavera. Unos treinta individuos con la cabeza cubierta con pañuelos y cascos entraron en el bar y destrozaron ventanas y mobiliario, además de herir al dueño del establecimiento y a uno de sus hijos.

Según explicaron el dueño del bar y otros testigos, la agresión no se prolongó más de minuto y medio y, aunque los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local y bomberos llegaron "casi de inmediato", los seguidores del Rayo Vallecano abandonaron antes el bar, subieron al autobús que les esperaba y se marcharon. "No hemos podido reaccionar. En el bar había unas 12 personas y fuera otras 15 incluidos niños", indicó el dueño del establecimiento, que asistió por la tarde al partido para identificar ante la policía a los agresores.

Atacantes muy jóvenes

Al comenzar los hechos, los bares de alrededor cerraron para proteger a sus clientes, uno de los cuales era el director del Instituto Municipal de Deportes (IMD) de Talavera de la Reina, que estaba en una cafetería cercana a La Amistad. Arce declaró que los seguidores del Rayo eran "muy jóvenes, entre 16 y 21 años". El suceso, según él, "fue tremendo por la agresividad de los asaltantes" y dijo que en el ataque "pudo haber muertos teniendo en cuenta con qué armas atacaban a la gente".

Según el subdelegado del Gobierno en la provincia de Toledo, Francisco Javier Corrochano, los asaltantes eran miembro de la peña Los Bukaneros. Corrochano explicó que no disponían de entrada para el partido.

No fue éste el único suceso de un partido en el que radicales de ambos equipos se habían citado por distintos mensajes en internet. Cuando los jugadores del Rayo realizaban ejercicios de calentamiento, hinchas del Talaverea saltaron al césped y se pusieron a pelotear. En vista de ello, los jugadores rayistas se fueron al vestuario y amenazaron con no jugar si las fuerzas de seguridad no garantizaban su integridad. El partido se jugó y el Rayo ganó 1-2, lo que le sitúa en el tercer puesto de la clasificación del grupo primero.

Según señaló el subdelegado del gobierno, en las afueras del estadio se registraron explosiones de petardos de "grandes dimensiones" y lanzamientos de botes de humo.