"Es difícil controlar la droga en las prisiones"
Francisco Sanz (San Fernando, Cádiz, 1954) tiene una experiencia de 15 años como director de centros penitenciarios y casi de 25 años trabajando en prisiones. En Huelva dirige un centro en el que actualmente residen 1.716 internos.
Pregunta. En una carrera tan larga ha debido de ver cambios en el sistema de prisiones.
Respuesta. El cambio ha sido espectacular en todos los sentidos, no sólo en nuestra legislación penitenciaria y sobre todo en nuestro cambio de infraestructuras, que ahora no tienen nada que envidiar a ningún país del mundo. Los centros penitenciarios tipos, como el de Huelva tuvieron sus detractores, decían que eran centros demasiado grandes, pero vimos que eran buenos para el cumplimiento de la pena y facilitar la reinserción.
P. ¿Es necesario construir más cárceles?
R. Cada vez hay más reclusos. Se están haciendo nuevos centros y se irán cerrando los pocos viejos que quedan. Pero está claro que el Ministerio del Interior tiene que dar respuesta a un contingente de personas y tiene que habilitar los centros necesarios.
P. Usted ejerce ahora de coordinador de las penitenciarías de la zona de Andalucía, ¿en qué consiste este trabajo?
R. Se trata de un trabajo interno que todavía no tiene oficialidad. La idea es que haya una voz algo más representativa de los directores en la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Se ha nombrado así a seis coordinadores. Nos responsabilizamos de tener reuniones con los diferentes directores y tratamos temas puntuales. Las conclusiones se elevan a la directora general. Yo me responsabilizo de Andalucía, Ceuta y Melilla.
P. ¿Cuáles son las características de la zona que dirige?
R. Andalucía es la zona en la que más instituciones penitenciarias existe [12]. También tenemos el mayor número de internos, unos 11.800, pero porque es la comunidad más grande. Los problemas son los mismos que en cualquier otra comunidad: el aumento de internos, consecuencia del elevado índice de internos extranjeros que entran. También por el flujo de droga que entra por la zona costera.
P. ¿La droga ilegal circula por los centros?
R. Los centros penitenciarios son abiertos, con flujos de personas que entran y salen, con miles de comunicaciones personales al año. Es difícil controlar la entrada de drogas. No se debe pensar que en los centros hay tanta droga como a veces se dice, pero aquel recluso que no quiere abandonar ese mundo lucha por conseguir una ruta de entrada de sustancias. Los funcionarios trabajan al máximo y de vez en cuando se encuentran pequeñas cantidades de droga. Terminar con esto es complicado.
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