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El acusado de hacerse el ciego y conducir un coche pasó la prueba para entrar en la ONCE

El hombre acusado por una compañía de seguros de hacerse pasar por invidente para cobrar una indemnización millonaria y que, pese a su supuesta ceguera, fue multado por circular a 154 kilómetros por hora, pasó las pruebas oftalmológicas para afiliarse a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en 1999 y actualmente continúa en esta organización.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial celebró ayer la tercera jornada del juicio contra Domingo M. A., que en 2004 fue absuelto de un delito de estafa procesal. Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló el proceso por entender que se debía citar a la empleada de hogar del acusado, que en un programa de televisión había puesto en duda su ceguera. Esta testigo clave declaró finalmente el pasado martes, pero se retractó de esas declaraciones y aclaró que mintió para vengarse de la esposa del procesado, porque había ido contando que ella trabajaba en un bar de prostitutas, lo que le hizo perder numerosos empleos a los que optaba.

En la sesión celebrada ayer, el delegado de la ONCE de El Masnou (Maresme) en 1999, Jose Manuel López, declaró que Domingo M. A. acudió a la sede de la ONCE en esa localidad, donde reside, y pasó las pruebas oftalmológicas. Por ello, fue contratado para la venta de boletos de esta organización y se benefició de las actividades que ofrece la entidad que agrupa a los invidentes, como talleres de música e informática, y cursos de aprendizaje para personas que se han quedado ciegas.

Agudeza visual

Por su parte, el subdelegado territorial de la ONCE en Cataluña, Jose Luis Pinto, recalcó que "si se entiende que la visión de una persona supera los límites máximos establecidos por la ONCE, se inicia un proceso de desafiliación", pero que, en el caso del acusado, no hay constancia de que se haya iniciado dicho proceso.

Para afiliarse a la organización de ciegos se debe tener en ambos ojos un máximo de 10% de agudeza visual -grado de aptitud del ojo para percibir los detalles espaciales- o un campo visual reducido a 10 grados o menos.

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El responsable de la ONCE, que sufre ceguera parcial a causa de un accidente, señaló que él mismo y otras personas que conoce con visibilidad reducida han cogido alguna vez el coche "para quitarse el mono de conducir", pero siempre en tramos muy cortos y no en la vía pública, sino en aparcamientos situados en grandes centros comerciales. No obstante, una persona que no ha llegado a rebasar el nivel de ceguera máximo permitido para afiliarse a la ONCE "no puede conducir habitualmente", subrayó.

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