Conflicto en la delantera céltica

En Vigo se ha desatado un debate monumental sobre los dos principales delanteros del Celta, Baiano y Perera. Esta discusión eclipsa la que es una de las mejores virtudes del equipo gallego: su control de balón y el toque desde atrás. La situación es curiosa. El brasileño es el titular y mete casi todos los goles de su equipo, pero se lleva fatal con un sector de la afición, que le reprocha cierta apatía, más por su estilo de juego que por su desgaste real en el campo. Cuando juega de espaldas a la portería, conecta un hilo invisible con el mediapunta Canobbio por el que pasa el balón infinidad de veces, sin aspavientos. Tras el primer gol ante el Valencia, hace quince días, Baiano explotó, se negó a celebrar el tanto y se encaró con el público.

El extremeño Perera, a quien la afición mima y hasta le hace campañas en los foros de Internet, es el jugador revulsivo cuando el conjunto se bloquea, un sambenito como el que se colgó en distintos equipos al valencianista Morientes. Lo cierto es que, pese a las quejas, esta fórmula para evitar el colapso es la que ha dado los mejores resultados al conjunto de Fernando Vázquez. Ya se sabe que una parte importante del estadio se pirra por los jugadores que saltan embalados, que muestran su entrega con ostentación.

El entrenador, que pasa por alto los desplantes del público por este motivo, tiene claro cómo administrar el debate entre lo que cada aficionado sueña y la realidad del fútbol profesional. "No tengo problemas, pongo a los mejores para ganar y para cada momento", sostiene. El técnico gallego asegura que Perera es uno de esos jugadores que saben salir del banquillo. "Es una gran cualidad, hay muchos futbolistas que no dan el nivel y no son capaces de salir en mitad de un partido". Vázquez describe a Baiano como "un gran definidor" (13 goles en Liga y uno en Copa en la pasada temporada) y defiende la especialización de Perera (cuatro en Liga y cuatro en Copa). La cuestión es que el jugador -y la afición- asuma esta situación como una ventaja competitiva. Esta tarde se repetirá el sempiterno debate en Balaídos, en el primer partido de los célticos en la nueva fase de grupos de la Copa de la UEFA, ante el Eintrach.