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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

Las bajas reabren viejas heridas

Tras el gran número de lesionados, Quique vuelve a cuestionar la planificación de Carboni

Lesionado Gavilán de gravedad, uno más en una extensa lista de bajas, ¿pedirá Quique que se cubra esa plaza? "No", respondió tajante el entrenador del Valencia. "Es la misma situación de hace cuatro meses: la comisión técnica elabora una plantilla y yo me dedico a entrenarla". Bajo estas palabras subyace una herida que no se ha cerrado desde la pretemporada, la que se deriva del enfrentamiento del entrenador con el director deportivo, Amedeo Carboni. Después de varios meses de euforia, el Valencia se siente al límite de sus fuerzas, reclamando a gritos una tregua ante la epidemia de lesiones: Albelda, Vicente, Baraja, Gavilán, Marchena... Una tregua que no llega hasta diciembre. El calendario se aprieta en el peor momento para el Valencia, que llegó ayer a Donetsk para disputar el cuarto partido de la Champions ante el Shakhtar con la tranquilidad que le dan las tres primeras victorias, pero con la preocupación de planificar mal la temporada.

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La vieja rivalidad otra vez sobre la mesa. El técnico siente que hay dos puestos desguarnecidos: el de central y el de medio centro defensivo, además del lateral izquierdo, que depende de que Moretti no se lesione puesto que a Del Horno no se le espera hasta el próximo curso. Durante el verano, Quique pidió a Helguera, Oubiña, Pernía, Gabi, Navas y Luis García. Carboni prefirió a Del Horno y Tavano, con la oposición del entrenador, además de Morientes y Joaquín, que sí contaron con luz verde.

Para Quique, la baja más difícil de reparar es la de Albelda, el jugador que, a su entender, marca el estilo del equipo: la presión y la predisposición. Tampoco hay en la plantilla un futbolista de sus características a no ser que juegue Pallardó, del filial, o suba a Albiol al centro del campo. Esta opción es la más probable para esta noche, aunque acarrea otro problema: si sube Albiol -al que Quique considera su mejor defensa-, el grupo pierde seguridad atrás. Eso supondría, además, que Ayala y David Navarro formaran una pareja de centrales en la que no se observa ninguna química, como se apreció en su desastrosa tarde en Vigo (3-2). Tras la derrota en Santander (1-0), el preparador está muy molesto con el comportamiento indolente de algunos jugadores: Joaquín y Villa, a los que ha advertido de que pasarán al banquillo si no juegan al límite de sus posibilidades. En cuanto al delantero italiano Tavano, que ni siquiera ha viajado a Ucrania por una supuesta lesión e inédito en lo que va de campeonato, los técnicos creen que es un caso casi perdido. Entienden que está superado por la grandeza del Valencia, él que venía del humilde Empoli. Una especie de miedo escénico.

El malestar alcanza al cuerpo médico tras la lesión de Gavilán. Al extremo, de 21 años, se le diagnosticó primero un esguince en el peroné cuando, en realidad, sufría una rotura del ligamento cruzado e incluso se le permitió que siguiera jugando algunos minutos. Sobre el equipo médico ya pesaba el visto bueno al fichaje de Del Horno.

Shakhtar: Pletikosa; Chygrynskyy; Hubschman, Leonardo, Rat; Srna, Lewandowski, Matuzalem, Elano; Aghahowa y Brandao.

Valencia: Cañizares; Miguel, David Navarro, Ayala, Moretti; Joaquín, Albiol, Edu, Silva; Villa y Morientes.

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