Dovizioso tuerce el gesto
"El problema principal soy yo, no la moto". Con tan deprimente mensaje se presentó Andrea Dovizioso ante los medios de comunicación tras culminar una prueba de calificación más pobre de lo esperado. El piloto italiano, que saldrá hoy séptimo en su intento de birlarle a Jorge Lorenzo el título mundial de 250cc (13 puntos separan a uno y otro) reconoció que el asfalto de Cheste le alegra bien poco la vida: "Me cuesta ir rápido aquí y esto complica las cosas. Perdemos mucho en aceleración respecto a los rivales. Las diferencias de potencia a la salida de las curvas son notables".
Así las cosas, Dovizioso, de 20 años, que fue campeón de 125cc en 2004, ve lejana la posibilidad de desbancar a Lorenzo: "La máquina está a punto, pero no nos hemos arriesgado a apretar a fondo. Sinceramente, las posibilidades de conquistar el título son pocas, aunque lo intentaré hasta el último metro".
En la segunda fila de la parrilla estará Dovizioso y en la primera Lorenzo. Entre ambos se han incrustado cuatro pilotos de Aprilia, la marca de la moto de Lorenzo, lo que hace aún más complicado, si cabe, que el italiano de Honda alcance la cabeza y deje por detrás al mallorquín, que acaricia el título. Y que lo sueña: "No tengo otra intención que irme a dormir mañana [por hoy] como campeón del mundo". El actual líder de la categoría pidió, casi como un ruego, que la mala suerte no le juegue una mala pasada hoy y evitó descartar a Dovizioso en la lucha por el título. "Es un piloto muy competitivo en carrera y seguro que no nos pondrá las cosas fáciles", añadió, "así que espero una carrera complicada". Contrasta la diferencia de resultados cosechados esta temporada por ambos contendientes. Mientras Dovizioso, tan fino en su trazada como regular en sus resultados, sólo ha vencido dos carreras, Lorenzo lo ha hecho en ocho ocasiones. Por el contrario, Dovi se ha subido al cajón en doce ocasiones, y Lorenzo sólo en diez.
Tras descender de su moto, el balear alabó además a Héctor Barberá, que saldrá sexto, justo por delante de su único rival. "Me ha sorprendido mucho lo que hecho este fin de semana", piropeó. Arropado por su público, el valenciano busca recuperar el protagonismo en el cierre del Mundial. Y de paso echar una mano a Lorenzo en su lucha particular. "Me gustaría lograr mi objetivo de ser campeón sin ayudas, pero Héctor me ha dicho que puedo contar con él si es necesario", aseguró ayer el mallorquín.
Barberá, sin embargo, se mostró "enfadado" por su ubicación en la parrilla de hoy. "Estoy convencido de poder luchar por estar arriba". El valenciano señaló que su deseo es "tener una moto competitiva" para "ayudar al equipo a ser campeón del mundo la terminar la temporada con un buen resultado".
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