Evolución

Borges solía decir que para él la Biblia era la máxima expresión de la literatura fantástica. Supongo que los creacionistas, para quienes Adán y Eva son personajes rigurosamente históricos, pensarán que un documental como Caminando con monstruos, emitido el domingo en Cuatro, deber ser algo equivalente: pura fantasía. Lo cierto es que las recreaciones que ha hecho la BBC de los increíbles bichos que antecedieron a los dinosaurios causa asombro y, para qué negarlo, cierta incredulidad. Y no por razones religiosas, sino por el vértigo que produce el ser conscientes del increíble alcance de nuestra ignorancia.

Caminando con monstruos se adentra en la etapa menos conocida de la evolución y lo hace elaborando un argumento con las vivencias de estos animales e imágenes avaladas por las más recientes investigaciones de cerca de 800 científicos. Un par de horas antes, en la final de ese híbrido concurso titulado El primero de la clase (TVE-1), los alumnos veían con asco y miedo el escorpión y la tarántula que Nacho Sierra hacía caminar sobre sus manos. Seguramente esos mismos niños admirarían con entusiasmo al antepasado de ese escorpión, casi exactamente igual, pero de tres metros. O a una libélula del tamaño de un águila y a un milpiés tan grande como un coche. Hemos evolucionado, pero no hemos cambiado tanto. Tamaños aparte, las carreras y persecuciones de esos animales, la feroz defensa del territorio, las reglas de la selección natural y las ceremonias o dramas del apareamiento encontraban su equivalencia en otras secuencias de la misma jornada catódica: la fórmula 1 (Tele 5), el Madrid-Barça (Canal +), OT (Tele 5) y las reflexiones de Antonio Gala sobre el amor en Habitación 523 (La Sexta). Para concluir la jornada, el científico oficial de la tele, Eduardo Punset, hablaba en Redes (La 2) del desarrollo del cerebro humano y de la única ventaja que éste obtiene con la vejez: la sabiduría. "Las ideas nacen dulces y envejecen feroces", era una de las citas preferidas del viejo Borges. Lo malo es que la memoria le fallaba. No recordaba qué escritor lo había dicho.