_
_
_
_
Crónica:Fútbol | Séptima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Victoria con el miedo en el cuerpo

El Valencia sufre un ataque de pánico tras lesionarse Albelda, pero a Osasuna le falta coraje

Fue lesionarse Albelda, al comienzo de la segunda parte, y sufrir el Valencia un ataque de pánico. Un shock. El cuadro de Quique se quedó sin espinazo y se asió a su espíritu de supervivencia para amarrar la victoria. Lo logró porque sabe sufrir, sí. Pero también porque a Osasuna le faltó coraje para abordar a su reputado rival. Recursos tiene pocos, pero de lo que careció realmente fue de agallas. Sólo las enseñó Valdo, que disparó dos veces muy en serio. En la primera Cañizares pintó una palomita salvadora. Y en la segunda, el poste izquierdo del meta valencianista escupió un tirazo de Valdo en el tiempo de descuento, una agonía para el Valencia, que ya ni se acordaba de su notable primer media hora de juego.

VALENCIA 1 - OSASUNA 0

Valencia: Cañizares; Miguel, Albiol, Ayala, Moretti; Joaquín (Angulo, m. 63), Albelda (Jorge López, m. 50), Hugo Viana, Silva; Villa y Morientes (Regueiro, m. 80). No utilizados: Butelle; Tavano, Curro Torres y Cerra.

Osasuna: Ricardo; Javier Flaño, Cuéllar, Josetxo, Monreal; Valdo, Raúl García, Nekounam, Muñoz (David López, m. 56), Delporte (Héctor Font, m. 78); y Webó (Soldado, m. 57). No utilizados: Elía; Izquierdo, Cruchaga y Puñal.

Goles: 1-0. M. 15. Centro de Viana, Morientes deja de cabeza y Villa empala a gol.

Árbitro: Fernández Borbalán. Expulsó a Jorge López (m. 93) por doble amarilla. Amonestó a Cuéllar, Raúl García y Valdo.

Unos 50.000 espectadores en Mestalla.

Al principio, el Valencia se sintió tan a gustito que se puso por delante y decidió dar una cabezadita. Hasta entonces, Hugo Viana, que suplía a Edu, dio una lección de pases de 30 metros, siempre a las zonas más descongestionadas, como corresponde a su labor de medio centro de creación. También Albelda se animó con cambios lejanos de orientación que llegaban milimétricos a su destino. Y Joaquín, junto a la tribuna de Mestalla, se libraba de dos hombres (Muñoz y Monreal) con una facilidad emocionante. Liberado ya de ansiedades, era como si citara a sus adversarios, les mostrara el engaño y después los desplumaba indefectiblemente. En el otro extremo, Silva mostró su repertorio de controles y de pases con la potencia justa con los que trazó una red invisible de combinaciones con Moretti que rasgó la zaga osasunista. La algarabía la completó la pareja de pistoleros. Morientes amansó con la frente un centro muy suave de Viana y Villa atacó la pelota y la empaló a las redes sin remisión.

Osasuna asistió atónito al espectáculo, sin nada que decir hasta que advirtió que al menos en las jugadas a balón parado tenía alguna opción de empatar. La tuvo Webó en un remate junto al palo. El cuadro de Ziganda comenzó a circular y a dominar en el centro del campo, en parte por su deseo de igualar el encuentro, en parte porque el Valencia había decidido jugar con un pitillo entre los labios, a medio gas. Viana se quedó más rezagado de lo aconsejable y Joaquín apenas recibió avituallamiento. El equipo de Quique, en definitiva, se adocenó.

El partido se ensució al inicio del segundo tiempo. A las órdenes de Ziganda, que les dijo a sus chicos en el descanso que no podían ser tan amorosos en Mestalla, Muñoz se llevó por delante a Albelda y el capitán valencianista hubo de abandonar el campo en camilla, lo que fue interpretado por la grada como una gran afrenta. La epidemia de lesiones dejó a Quique con pocas alternativas, y ninguna de su agrado. Al final, para no tocar más que una posición, optó por Jorge López. Es decir, la baza de un volante creativo para cubrir al medio centro defensivo por definición. Un marrón para López, que lleva además casi dos años sin jugar.

El Valencia tuvo que actuar sin red más de media hora y Jorge López perdió un balón comprometido que multiplicó el pavor. Era el turno de Osasuna, pero el conjunto navarro resultó demasiado inofensivo. Tampoco Ziganda contribuyó a afilar a su equipo puesto que decidió que entrara Soldado, sí, pero a costa de retirar a Webó. Aún así, a partir de la entrada de Soldado, Valdo se liberó. Evaporado hasta ese instante, Valdo se convirtió en la principal amenaza de Mestalla, en realidad la única, e hizo volar a Cañizares hacia su escuadra derecha.

En medio de la parálisis valencianista, Hugo Viana, en su primera cita como titular en muchos meses, siempre pidió la pelota, que es lo más valiente que se puede hacer en estos casos. Quique retiró a Morientes y éste se llevó una de esas ovaciones reservadas a los héroes. Su trabajo por el frente de ataque fue extraordinario. Un repertorio de movimientos inteligentes. Entró Regueiro para reforzar el centro del campo, pero nada neutralizó el miedo en el cuerpo valencianista. Sólo la poca fe y la mala puntería de Osasuna.

El capitán, baja 2 meses

Un esguince del ligamento lateral de la rodilla izquierda, según el primer diagnóstico, tendrá de baja a Albelda entre mes y medio y dos meses como mínimo. La lesión se une a las de Baraja y Marchena y deja al Valencia sin medio defensivo. "Albelda es mentalmente fuerte y ha encajado bien el golpe", dijo el técnico, Quique, que recurrirá al central Albiol y al medio del filial Pallardó para suplir al capitán. "Se creó un estado de shock por su lesión. Con dos creativos en el centro [Jorge López y Viana] sufrimos mucho", añadió. Quique criticó la planificación de la plantilla: "Ya dije al principio de temporada que nos faltaba un central o un medio centro".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_