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Reportaje:

El purasangre 'tramposo'

'Deep Impact', tercero en París, da positivo por un medicamento

José Marcos

No es Justlin Gatlin, oro olímpico en los Juegos de Atenas, pero casi. Deep Impact, purasangre japonés de cuatro años tasado en 36 millones de euros, ganador de diez carreras de 11 intentos, tataranieto por parte de madre de Northern Dancer, el semental más influyente del mundo durante el último cuarto el siglo XX, dio positivo ayer por ipratropium, un dilatador de los bronquios que facilita la respiración.

"A más aire más oxígeno, que a su vez beneficia el flujo de los glóbulos rojos y por tanto un mayor rendimiento... Pero no me lo creo. Es decepcionante. Debe tratarse de un error". Juan Rodríguez, veterinario del hipódromo madrileño de La Zarzuela, no da crédito a la sustancia prohibida -menos en Japón- hallada en el vencedor de la Triple Corona y tercer clasificado en el Gran Prix del Arco del Triunfo el pasado día 1. De entonces proceden las pruebas, el análisis de orina que no ha pasado el corte ni en el primer test ni en el segundo, que se repite para descartar equivocaciones.

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"Ese animal estaría resfriado, pero dopado en absoluto. Es imposible que sean tan estúpidos como para chutarlo conociendo lo estrictos que son ingleses y galos", repiten todas las voces consultadas. No van mal atinadas: Deep Impact estaba en tratamiento por problemas respiratorios antes de competir en París. "Por eso mismo no hay que poner en duda sus anteriores éxitos... ¡pero, hombre, no se me ocurre darle una aspirina cuando sabes que va a correr en un lugar donde las aspirinas están prohibidas!", se indigna Rodríguez.

Eso es lo que probablemente manchó la impoluta fama del deportista, según los entendidos. "Los caballos de carreras son atletas bien cuidados", sentencia Claudio Carudel, que forjó su leyenda a lomos, entre otros, de Chacal. Los entendidos, por algún motivo, le renombraron Carl Lewis.

Un aura similar cosechaba Deep Impact, montado por Yutaka Take, cuya retirada -para teóricos de las conspiraciones- anunció su propietario, el nipón Masato Kaneko. "¿Qué ha dado positivo? No me lo puedo creer. ¡Qué shock!", fueron las palabras de su técnico, Yasuo Ikee.

Otro que se quedó sin respiración en cuanto se enteró fue Mauri Delcher. "¡Es una negligencia gravísima, es como dar un jarabe con un componente prohibido por lo que sea! ¡No es difícil, es imposible dar gato por liebre en ese tipo de pruebas!", abundó el entrenador español, quien no ve "cosas oscuras" en el caso. Un escándalo que no tenía parangón desde la muerte en directo de Best Mate, hace cosa de un año, por un infarto en el certamen de Exeter. Irlanda entera lloró a la bestia, abonada en todas sus actuaciones al primer o segundo puesto hasta que se pasó de revoluciones.

La misma fiebre que muestran en las Islas Británicas por las carreras hípicas se ha extendido al otro lado del mundo, al archipiélago japonés, donde las apuestas hípicas prácticamente duplican a las de Inglaterra, estimadas en 15.000 millones de euros. Para hacerse una idea, Loterías y Apuestas del Estado recauda en España alrededor de 9.000 millones. Quizás por eso no sorprenda que 3.000 hinchas asiáticos jalearan a su caballo preferido el 1 de octubre en la capital de Francia.

Espectadores cada vez más conscientes de cómo la preparación de los caballos de carreras se asemeja cada vez más a la de los ciclistas. "Como a los velocistas, les controlamos la sangre para controlar su hematocrito", expone el veterinario jefe de La Zarzuela. Rodríguez reconoce que las nuevas tecnologías también repercuten en su trabajo. "Puede que descubramos el carro, pero ¿y si resulta que el fabricante es el mismo del misil-anticarro?", ironiza.

Con vistas de descubrir lo indetectable, las muestras de sangre se congelan por 15 años. A Deep Impact le ha traicionado un catarro mal curado. El prestigio de dos colegas que cabalgan en España es peor: positivo por cocaína. Los pretextos van desde el mozo de cuadra drogadicto a los piensos. "A saber qué llevan", dicen los consultados.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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