"Simplemente, el Chelsea fue mejor"

Antes de visitar el Bernabéu el próximo domingo, el Barcelona salió de Stamford Bridge, feudo del Chelsea, dando una imagen impropia de lo que tiene acostumbrado a ofrecer el equipo de Frank Rijkaard. Mediante su presión avanzada y su acierto al leer el partido, el Chelsea sacó al Barça del campo, forzando un catálogo de errores extenso: fallos en los pases, perdida de la posición, baja circulación del balón, poca participación de los referentes en punta... No encontró el Barça el delantero centro desequilibrante que tiene en Eto'o, ausente por lesión, pero el Chelsea obtuvo de Drogba el gol y soluciones.

Para el cuerpo técnico, el resumen es fácil: "No nos dejaron jugar y encontraron el partido que les convenía. El Chelsea es un pedazo de equipo y simplemente, esta vez jugó mejor que nosotros". Deco salió en defensa del Barça y afirmó: "Merecemos tener más crédito. Pero reconozco que si todos nuestros rivales afrontan los partidos contra nosotros como si fuera una final, nosotros tendremos que hacer lo mismo".

- Edmilson y la construcción. La presión del Chelsea, muy arriba, se atragantó tanto a la defensa como a la zona de construcción azulgrana. Azorado y atrancado, Edmilson se encontró normalmente con Ballack como tapón inicial. El alemán le presionó y cuando fue necesario, hizo faltas. Hasta cinco recibió el brasileño. "El alemán ha cambiado su forma de jugar. Ahora es más discreto, pero trabaja más para el equipo que cuando estaba en el Bayern", dijo ayer Edmilson. Sólo cuando Xavi manejó el cuero superó el Barça la línea de presión de los blues. "Ellos pudieron jugar muy cómodos, nosotros no", reseñó Deco. Edmilson también cometió cuatro faltas: tres de ellas fueron por llegar tarde al corte.

- Ronaldinho no apareció. Mourinho utilizó al central marcador Boulahrouz para secar a Ronaldinho en la banda. Todo un éxito. Para el zaguero holandés resultó más fácil de lo esperado. Entre otras cosas, porque el gaúcho no hizo un solo desmarque en todo el partido y se limitó a aguardar que el balón le llegara a los pies para desbordar en un espacio reducido. Deco defendió a su compañero. "Ha cambiado la historia de este club, se merece más crédito y respeto. Nadie quiere ganar los partidos más que él", dijo el portugués. Lo cierto es que el estado de Ronaldinho empieza a ser tema de preocupación en el cuerpo técnico: "Sin Eto'o, le necesitamos a un nivel muy superior al que está ahora", reconocen en el area deportiva de la entidad. Ronaldinho no recuperó ningún balón y perdió dos. "Se entrena lo mismo que el año pasado y aparentemente está como el resto", advierten desde los servicios médicos. "Físicamente esta como los demás", añaden. ¿Entonces? Nadie sabe dar razón exacta de lo que le sucede al brasileño. Nadie da una respuesta certera sobre el tema.

- Presión poco fructífera. El Barça no renegó de su hábito de presionar arriba, pero dio poco rédito. "El problema ha sido que no hemos conseguido robarles el balón en su zona de construcción", admitió Oleguer. El Barça, en total, robó el cuero en 59 ocasiones. La delantera, sin embargo, sólo lo consiguió una vez, gracias a Messi en el primer tiempo. "No faltó actitud, el equipo trabajó mucho", dijo un ayudante de Rijkaard, seguro de que el equipo sabrá reaccionar. "Estoy deseando jugar el partido en el Bernabéu", aseguró ayer Deco después del entrenamiento.

- Pérdida de posición. Ni Gudjohnsen le ganó las espaldas de sus marcadores ni los centrocampistas encontraron espacio para activarlo. La defensa del Chelsea jugó casi siempre muy atrasada. "En la primera parte, les metimos nosotros atrás", dicen los técnicos. Entonces, Xavi y Messi hicieron daño. Tras el gol de Drogba, el Chelsea reculó. "Entonces, ellos leyeron bien el partido, y nos echaron del mismo. No encontramos nuestro sitio". El Chelsea jugó cómodo a la contra y le pitaron ocho fueras de juego. "Por lo menos, supimos tirar la linea", subraya el cuerpo técnico. Al Barça, ninguno.

- Pérdidas de balón en la medular. Deco fue el mayor ejemplo de la falta de atino del Barça a la hora de dar el pase. El portugués erró 17 y sólo cuatro fueron en vertical. Dos de ellos, sin embargo, propiciaron las únicas ocasiones claras del Barça. Edmilson también estuvo bastante desacertado: perdió siete balones y recuperó cinco. Al Barça la faltó el alto ritmo de circulación que tanto desgaste causaba en el rival. "No pudimos con ellos; fue el Chelsea más agresivo de los últimos tres años", asumen los técnicos.

- Messi, el más activo. El menudo argentino no se amedrentó por el ambiente hostil en Stamford Bridge. El público le abucheó siempre que entró en juego, pero él pidió el balón. Quizá no abrió el campo lo suficiente, empecinado en buscar ángulo de tiro, pero fue un incordio para la zaga inglesa y puso a prueba al lateral Cole. Tuvo tres ocasiones. "Fue el mejor. Jugó un partidazo. El sigue creciendo", sostienen los técnicos.