25 años danzando

Rosángeles Valls decía ayer que no tenía resaca de ningún tipo. Que la noche del miércoles no había celebrado el Premio Nacional de Danza en la modalidad de Creación a Ananda Dansa, que le anunciaron esa misma tarde, porque hubo ensayo hasta bien tarde para el estreno en el Teatro Principal de Valencia de su último espectáculo Alma, que tuvo lugar anoche. Se le nota metida de lleno en el nuevo montaje, "el mejor" de todos los que ha realizado la compañía a lo largo de 25 años de trayectoria, asegura. "Es que es una especie de síntesis, de destilación", comenta, tras colocar un gran ramo de rosas que acaba de recibir por el premio. Sin necesidad de abrir el sobre, reconoce al remitente por su caligrafía. "Es de mi marido", apunta esbozando media sonrisa y en alusión al dramaturgo Rodolf Sirera.

"No es nada fácil subsistir 25 años en el minoritario mundo de la danza"

Rosángeles Valls, que dirige la compañía valenciana junto a su hermano Edison, retoma el hilo y explica que en un principio pensaron en ofrecer una especie de "compendio" de sus coreografías a lo largo de 25 años, pero pronto se dieron cuenta de que "ya estaba hecho", de que se estaban repitiendo. De modo que Alma (en cartel hasta el 29 de octubre) es en su mayor parte una nueva creación de esta "compañía de teatro y de danza", apunta la directora. Sí recuperan de Borgia imperante, el espectáculo con el que representaron a la Comunidad Valenciana en la Expo92, y el baile popular valenciano Danza del velatori, que se solía interpretar cuando fallecían "almas vírgenes" como los niños.

Los primeros espectáculos de Ananda Dansa fueron muy importantes para darse a conocer. Rosángeles cita como claves en la trayectoria obras como Destiada, Crónica Civil o Homenaje a K. También ha sido clave para la consolidación de la compañía los montajes orientados "a nuevos públicos", que incluyen a los niños y a los jóvenes. En este sentido, Rosángeles destaca el éxito de El Mago de Oz, de la que habrán hecho unas 450 representaciones, y de Peter Pan. La compañía continúa con su idea de simultanear ambos tipos de espectáculos.

No en vano, la fórmula les ha funcionado durante 25 años. Un caso extraordinario en el panorama de la danza española. Empezaron trabajando sobre todo en escenarios de Europa y España, antes de establecerse definitivamente en Valencia. "La verdad es que el premio es un reconocimiento al esfuerzo, porque no es nada fácil subsistir en el minoritario mundo de la danza. Y si no se programa, no se puede educar y crear público. Es la pescadilla que se muerde la cola", señala. La danza continúa siendo la hermana pobre del teatro. Las ayudas son escasas y además se han congelado para todas las artes escénicas. Hacen falta más ayudas. Al menos en Valencia, se está programando más danza, probablemente porque la directora general de Teatres, Inmaculada Gil Lázaro, es más sensible a ella porque procede de ese mundo, añade.