Fomento no tiene fecha para construir los carriles bus de entrada a Madrid

"Hoy [por ayer] es el segundo día que tardo hora y media más de lo normal. Me estoy arruinando con la gasolina". Como Victoria Díaz, que cada mañana coge el coche en Alcobendas para llegar a su trabajo en el centro de Madrid, miles de conductores se quedaron ayer atascados por la lluvia cuando entraban en la capital. A primera hora, las autovías sumaron 140 kilómetros de retenciones. Este atasco se produce año y medio más tarde de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunciara la construcción de 120 kilómetros de carriles bus en estas vías. Aún no hay fecha de comienzo de las obras.

La lluvia que cayó durante la mañana en la región no fue muy intensa, pero sí suficiente para que de nuevo las entradas a Madrid se colapsaran. Una de las vías más atascadas fue la M-40, en la que en un tramo de 45 kilómetros los conductores apenas podían avanzar. La M-607, carretera de Colmenar, registraba a las diez de la mañana 17 kilómetros de retenciones. La A-2 tuvo por la mañana atascos en tres tramos que sumaban 16 kilómetros.

Victoria Díaz, vecina de Alcobendas (107.000 habitantes) que trabaja en Madrid, cuenta que se plantearía ir en transporte público "si los autobuses pudiesen avanzar sin problemas por la carretera". Para que esto sea posible, la ministra de Fomento, del PSOE, anunció en marzo de 2005 la construcción de 120 kilómetros de carriles bus en siete de las ocho autovías de entrada a Madrid (todas menos la de Colmenar). Hoy, año y medio e incontables atascos más tarde, los conductores -de los tres millones de vecinos que viven en la periferia, parte de los cuales trabaja en la capital- se preguntan dónde están estos carriles.

En el ministerio responden que la construcción en las autovías [las de Burgos, Barcelona, Valencia, Andalucía, Toledo, Extremadura y A Coruña] de carriles en los que únicamente circularán autobuses está en fase de redacción "muy avanzada". Tras este paso, los proyectos deberán salir a información pública y se mandarán a Medio Ambiente para que apruebe la declaración de impacto ambiental.

La pregunta es: ¿pero cuándo van a empezar las obras? "No podemos dar una fecha concreta. La complejidad de esta operación, en la que intervienen tres administraciones, hace que el protocolo sea demoníaco", responden desde el departamento que dirige la ministra Magdalena Álvarez. En principio, durante 2007 no se acometerán grandes actuaciones, ya que en los últimos Presupuestos del Estado sólo se preveía un gasto de 1,8 millones de euros para un proyecto que, en total, costará 243 millones.

Además, cada carretera tiene sus problemas añadidos. Por ejemplo, en la autovía de Toledo (A-42) no habrá carriles bus hasta que empiece su soterramiento a su paso por Getafe (150.000 habitantes, gobernado por PSOE e IU), según explica el concejal de Urbanismo del municipio, Santos Vázquez. Hace un año, Fomento y el Consistorio getafense firmaron un acuerdo para soterrar la carretera, pero aún no hay fecha de comienzo de las obras. "El soterramiento incluye ampliar de tres a seis los carriles que hay en cada sentido y la creación de una plataforma para el transporte público", explica Vázquez. Si la carretera no se entierra, no es posible poner carriles bus porque la A-42 pasa pegada a miles de viviendas en el barrio de La Alhóndiga, que tendrían que ser expropiadas para poder ampliar el ancho de vías.

El alcalde de Alcobendas, José Caballero, socialista, reconoce que por su despacho no ha pasado "ni un anteproyecto ni nada" de los carriles bus. "La mejor solución para evitar los atascos habituales entre Alcobendas y Madrid es la plataforma de uso exclusivo para el transporte público", zanja el alcalde de esta localidad, en la autovía de Burgos, que ayer registró 41 kilómetros de circulación lenta.