El PP ve inoportuno afrontar ahora la reforma a fondo de la Ley Electoral

El PP considera que ahora, a ocho meses de las elecciones autonómicas, no es "sensato" afrontar una reforma a fondo de la Ley Electoral Valenciana -que viene obligada por la nueva redacción del Estatut d'Autonomia-, pero no ve inconveniente alguno en modificar el Reglamento de las Cortes Valencianas. Los populares tuvieron que lidiar ayer en las Cortes Valencianas con esta incoherencia para rechazar la primera y defender la segunda. Los grupos de la oposición acusaron a los populares de actuar por intereses partidistas y electoralistas, tanto en la Ley Electoral -para evitar una rebaja del listón del 5%-, como en el Reglamento, para asegurarse el control de la Cámara en la próxima legislatura.

La oposición cree incoherente que se defienda una reforma y se rechace la otra

Tras la reforma del Estatut d'Autonomia, la Ley Electoral Valenciana tiene que ser modificada necesariamente. Fundamentalmente, porque la nueva Carta Magna valenciana eleva a 99 -frente a los 89 actuales- el número de diputados de las Cortes Valencianas, pero también por los anacronismos que surgen al aplicar el texto vigente al nuevo -con referencias al articulado del texto de 1982 que no coinciden con el actual o menciones a "pesetas" al establecer las subvenciones por votos y escaños-, por no hablar de otras cuestiones de fondo, como la paridad, las causas de inelegibilidad, etcétera. Pero el PP quiere circunscribir la modificación de esa ley al número de diputados, entre otras cosas para evitarse el debate en torno al listón electoral para la obtención de escaños en las Cortes, que, una vez eliminado del texto estatutario, tiene que quedar fijado en la Ley Electoral.

El portavoz popular, Serafín Castellano, dijo ayer, al defender la postura de su grupo, que la reforma de la Ley Electoral sólo debe tener en cuenta el "mandato estatutario", esto es, en su opinión, estrictamente la cuestión del número de parlamentarios. "Otra cosa es un debate a fondo de la Ley Electoral", dijo Castellano, "pero a ocho meses de las elecciones no es lo más sensato", porque "hay intereses electorales [que, naturalmente, atribuyó a los grupos de la oposición y no a su propio partido] que pueden perturbar el debate". Y propuso "crear un grupo de trabajo para que cuando acabe esta legislatura se haga una reforma en profundidad", que se aplicaría en la siguiente.

El portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, calificó la propuesta del PP de "trampa saducea" y aseguró que lo único que les interesa a los populares es no tocar el listón del 5%, "porque con los 200.000 votos que este porcentaje deja fuera de las Cortes" el PP tiene asegurada la mayoría absoluta "y eso le preocupa de manera agobiante".

Pese a su negativa a una reforma profunda de la Ley Electoral, el PP defendió su propuesta de modificación a fondo -también antes de las elecciones- del Reglamento de las Cortes que el PP ha elaborado sin el concurso de los grupos de la oposición, que abandonaron la ponencia creada al efecto tras comprobar que el grupo mayoritario no respetaba los compromisos que suscribía en la mesa de negociación.

Antoni Such, portavoz adjunto del PSPV, afirmó que el PP carece de toda "credibilidad" para proponer la reforma del Reglamento, ya que se desdijo de cosas que estaban acordadas "por escrito", lo que llevó a los socialistas a abandonar la ponencia de reforma, por considerarlo una "tomadura de pelo".