Las empresas cotizadas baten en nueve meses el récord de dividendos de 2005
La retribución se dispara hasta 19.228 millones gracias a los pagos extra de Endesa y Móviles
La cosecha bursátil de 2006 no sólo está siendo buena por la revalorización de las acciones. Además, las empresas están retribuyendo a los accionistas con una lluvia de dividendos nunca vista hasta ahora. La buena evolución de los beneficios y los pagos extraordinarios de empresas como Endesa y Telefónica Móviles han permitido que la retribución a los accionistas supere en sólo nueve meses el récord de dividendos marcado a lo largo de todo el año 2005, que ya fue un ejercicio excelente. Las empresas han repartido ya 19.227,77 millones.
Pese al tropiezo de ayer, la Bolsa española acumula una revalorización del 23,4% en el año, la mayor entre los principales mercados de renta variable de todo el mundo. Esa escalada bursátil se ha producido en un año en que las empresas han retribuido a los accionistas de forma más generosa que nunca.
Tres meses antes del cierre del ejercicio, las empresas cotizadas en la Bolsa de Madrid han repartido a sus accionistas casi 100 millones de euros más que en todo 2005. Son 19.227,77 millones, de los que 18.088 son dividendos en sentido estricto, esto es, beneficios distribuidos entre los socios. Otros 383,39 millones son devolución de prima de emisión y 756,38 millones más se pagan como devolución de capital a los accionistas. Estas devoluciones de prima de emisión o de capital constituyen una vía alternativa al dividendo que se utiliza por diferentes razones (optimización fiscal o escasez de beneficio distribuible, entre otras) pero que consiste también en pagos en metálico a los accionistas.
Crecimiento espectacular
Tras una época, la de la burbuja tecnológica, en la que se puso en tela de juicio ya no sólo la importancia del dividendo sino incluso la del beneficio, la retribución al accionista ha recuperado protagonismo. El crecimiento ha sido espectacular en los tres últimos años, con una media de incremento anual del 30%. Este año el crecimiento de las retribuciones en los primeros nueve meses es del 18%.
El mayor dividendo de este año ha sido el pagado por Telefónica Móviles, que decidió utilizar esta vía para endulzar las condiciones de su fusión con Telefónica. Antes de su absorción por la matriz, Móviles pagó 2.772 millones de euros en dividendos, la mayor cifra jamás abonada por una compañía en España, a través de un dividendo ordinario de 0,205 euros y otro extraordinario de 43,5 céntimos.
La cifra pagada por Telefónica Móviles supera incluso los 2.541 millones abonados por Endesa para defenderse de la oferta pública de adquisición (OPA) hostil de Gas Natural. La eléctrica repartió 30,5 céntimos por acción en enero y 2,095 euros en julio. La compañía ha prometido otros 7.360 millones hasta 2009, a razón de 6,95 euros por acción.
Las grandes empresas han optado últimamente por formular compromisos muy concretos en materia de dividendos que hagan más previsible el importe de esa renta variable. La última ha sido Iberdrola, que ha prometido a sus accionistas el reparto de 3.200 millones en tres años, de modo que el dividendo por acción alcanzará los 1,50 euros en 2009.
Uno de los anuncios mejor recibidos por el mercado fue el realizado por el presidente de Telefónica, César Alierta, que prometió en la conferencia con analistas de mayo duplicar el dividendo desde los 0,50 euros por acción abonados en 2005 hasta un euro en 2009. Telefónica ha empezado con un aumento del 10%, desde los 0,50 euros pagados en 2005 a los 0,55 de este año. El incremento es del 15% si se comparan los dos dividendos de 30 céntimos a pagar con cargo a los resultados de 2006 (noviembre de este año y mayo de 2007) con los pagos de un año antes en las mismas fechas (0,52 euros).
Un compromiso similar ha adoptado Repsol YPF. Su promesa es un incremento superior al 82% entre 2005 y 2009, que se descompone en un incremento del 20% en 2006 y un crecimiento superior al 15% anual para los tres ejercicios sucesivos.
Los grandes bancos han tenido siempre una política de dividendos más definida y predecible, por lo que no necesitan reafirmarla tanto. Santander y BBVA entregan a sus accionistas en torno a la mitad de sus beneficios.
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