"Es más importante enseñar a comer bien que tratar de impresionar al público"

Jamie Oliver es, a sus 31 años, el más popular e influyente cocinero del Reino Unido. Su perfil cobró fuerza con una serie de televisión en la que enseña su oficio a jóvenes conflictivos y fracasados escolares. Sigue ganando audiencias con programas enfocados a mejorar los hábitos culinarios de los británicos. El más reciente, Jamie Oliver nos enseña a comer, que emite Localia (sábados, 19.30), impulsó la reforma de los comedores escolares. Explota ahora el ciberespacio, con webcast semanales, en los que prepara recetas en su cocina de Essex, al noreste de Londres. Localia ofrecerá próximamente nuevas propuestas del cocinero británico.

Pregunta. ¿Le preocupa más enseñar a cocinar que ganar estrellas Michelín?

Respuesta. Educar es mi trabajo. Crecí en un restaurante familiar y el ser chef lo llevo en la sangre. Comencé con mentalidad tradicional de cocinero, pero pronto tuve ocasión de escribir libros y hacer programas de televisión. Me di cuenta de que es más importante enseñar a comer bien que tratar de impresionar al público. A la gente no le interesa el revuelo del superchef. Yo intento demostrar que cocinar forma parte de la vida familiar y que puedes divertirte cenando en casa con los amigos.

P. En Jamie Oliver nos enseña a comer demostró ser un activista eficaz e influyente.

R. En la campaña para mejorar la alimentación escolar era muy importante recabar el apoyo de la televisión para difundir el mensaje. Queríamos dar a conocer el problema y demandar un cambio legislativo y ayuda financiera gubernamental. Fue muy duro y emotivo. También gratificante. El Gobierno ha destinado 870 millones de euros a mejorar la salud de los niños.

P. ¿Cómo explica que un programa tan localizado en Inglaterra funcione mundialmente?

R. Es un programa sobre un problema muy inglés, y no pensamos que funcionaría en el extranjero. Se ha emitido en 25 países pese a que tampoco es un clásico de cocina. Su aceptación está relacionada con el masivo declive en la nutrición de los niños, la obesidad, las enfermedades del corazón... Fomenta un debate saludable.

P. Algunas madres boicotearon la secuela de Jamie Oliver nos enseña... ¿Es más difícil convencer a los padres que a los menores?

R. Me alegré de la protesta. Esas madres que pasaban a sus hijos hamburguesas y patatas fritas por la verja del colegio ilustraron mejor que yo la gravedad del problema. Son víctimas de 70 años de ignorancia. Nunca aprendieron a cocinar en casa ni en la escuela. Las madres del resto de Europa saben que cocinar en casa es más rico, barato y nutritivo. Aquí creen que es más caro y propio de pijos. Cuando escasea el dinero ven la solución en las cadenas de hamburguesas o en los alimentos procesados.

P. Ha investigado la comida italiana. ¿No le tienta la española?

R. Me atrae la simplicidad de la comida, no sólo italiana, sino mediterránea. La española comienza a ganar mucha popularidad en Reino Unido. Me gustaría recorrer España y hacer un programa en unos tres años. En mis viajes, cocino con madres, abuelas, chefs. Vuelvo a ser estudiante y me encanta la experiencia.

P. ¿Va a emigrar de la televisión a Internet?

R. Siempre busco métodos alternativos de comunicarme con el público. Trabajo en 44 países y medio millón de personas conectan regularmente con mi web, un fórum para los amantes de la comida.