Autostrade y Abertis condicionan su fusión a que Prodi mantenga el marco de tarifas
El Gobierno medió para propiciar mañana una reunión con el primer ministro italiano
Abertis y Autostrade plantearán al Gobierno italiano una propuesta que podría allanar el camino a su fusión. Ambos grupos, que quieren llevar adelante el proyecto pese a los obstáculos con que han topado en Roma, condicionarán su integración a que el polémico proyecto de decreto que fija un nuevo marco de tarifas para las concesionarias de autopistas no se aplique con carácter retroactivo, sino sólo a nuevas concesiones. Ambos grupos rechazan este sistema porque desdibuja el valor de Autostrade y de la fusión. Sin embargo, están dispuestos a que el marco tarifario se aplique a Autostrade de forma gradual, a medida que se vayan modificando los contratos de concesión vigentes, a raíz de nuevas inversiones.
De esta propuesta podrán tratar mañana mismo los directivos de Abertis con Romano Prodi, cuyo Gobierno ha vetado la gran fusión de las autopistas y proyecta cambiar el marco tarifario de las concesionarias en su país. Tras varios contactos diplomáticos y con la mediación del Gobierno español, está previsto, salvo sorpresas de última hora, que Prodi se reúna mañana en Madrid con la cúpula del grupo español, que preside Isidre Fainé y dirige Salvador Alemany. Abertis es partidaria de seguir adelante con la fusión, pero exigirá que "no se desdibuje el valor de la operación".
Se espera que Prodi también aborde la fusión, entre bambalinas, en su reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El Ejecutivo español se ha comportado con gran discreción desde que el Ejecutivo italiano vetara en agosto la unión. El argumento del veto fue la presencia de la constructora ACS en el capital de la resultante de la fusión. Roma desempolvó la prohibición de la presencia de las constructoras en las concesionarias, introducida cuando se privatizó Autostrade.
Desde entonces, Abertis y Autostrade no se cansan de pedir diálogo y de redoblar sus promesas de inversiones, siempre confiando en que Bruselas pare los pies al Gobierno de coalición italiano, dividido sobre la fusión y con el ministro de Infraestructuras, Antonio di Pietro, a la cabeza del rechazo. La Comisión Europea ya ha autorizado sin condiciones la unión al considerar que no plantea problemas de competencia y podría expedientar al Gobierno italiano por el veto.
Pero aunque Bruselas tirara de las orejas a Italia este mismo mes, el camino hacia la fusión no quedaría despejado. "No sería suficiente", indican fuentes conocedoras de los contactos vía diplomática entre ambas partes, debido al proyecto de decreto que acompaña a la ley italiana de presupuestos. Desde una limitación al 5% de los derechos de voto para los constructores presentes en la concesionaria (ACS tendría un 12,5% de la Abertis fusionada) hasta un marco de tarifas menos favorable a las concesionarias y que de rebote cambiaría el valor de Autostrade.
La compañía española ha criticado estas medidas como un "cambio de reglas de juego" y, aunque se resolviera el problema de los derechos de voto, no quiere que se aplique a la concesión de Autostrade el nuevo marco tarifario, salvo si el decreto se suaviza y la aplicación se hace gradual, acompasada con los cambios que se vayan introduciendo en el contrato de concesión. Ése es el mensaje que se transmitirá desde España a Prodi. Si la reunión, de la que no se espera que salga ya un acuerdo, se acaba suspendiendo, habría una reunión en Roma esta misma semana.
El clima es más favorable que hace unos días. El comité de Asuntos Europeos del Parlamento italiano ha recomendado que se suprima la limitación a las constructoras. Y el de Obras Públicas ha pedido una "revisión integral" del decreto que da un vuelco al marco tarifario.
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