Últimas noticias desde el cráter Victoria (en Marte)
El robot de la NASA 'Opportunity', fotografiado desde un satélite mientras exploraba el planeta rojo
Desde hace casi tres años, dos todoterreno de la NASA recorren el suelo de Marte. El Spirit y el Opportunity, dos vehículos idénticos del tamaño de un carricoche de golf, llegaron al suelo del planeta rojo -ambos a regiones ecuatoriales, cada uno a un lado del planeta- en enero de 2004. El plan era que funcionaran allí tres meses. Pero han multiplicado ya por diez su vida útil y siguen proporcionando fotografías y análisis espectaculares del suelo marciano.
Desde hace unos días, los especialistas que dirigen sus pasos desde California cuentan con una espléndida fotografía tomada por un satélite de la NASA en órbita de Marte -el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO)- con altísima resolución. Tan alta, que en una de las imágenes se distingue perfectamente el Opportunity, situado en el borde del cráter Victoria, y la huella que ha dejado tras de sí hasta llegar a ese punto. El lugar en el que el Opportunity ha llegado ha sido bautizado con el nombre de Duck Bay (Bahía del Pato). Un promontorio alargado hacia el sur es Cabo Frío, y otro hacia el norte, Cabo Verde; hacia éste se ha dirigido el robot para tomar más panorámicas.
En una de las imágenes de alta resolución se ve perfectamente el robot situado en el borde del cráter y la huella que ha dejado hasta llegar allí
Las imágenes de la cámara del MRO -tomadas a 297 kilómetros de altura- en las que se identifica el vehículo en el borde del Victoria tienen una resolución de unos 30 centímetros por píxel, por lo que se distinguen bien el vehículo y su sombra.
En llegar al Victoria, un cráter de impacto de unos 750 metros de diámetro y 70 de profundidad, el Opportunity ha tardado casi 20 meses, dirigidos sus pasos, día a día, desde el Jet Propulsion Laboratory (Pasadena, California), el instituto que desarrolló esta misión espacial para la NASA.
El robot está ahora asomándose al Victoria y fotografiando su entorno, sobre todo los bordes escarpados, para que, con esa información, quienes tienen que guiar sus pasos puedan idear una estrategia de descenso del geólogo mecánico por el camino menos arriesgado. "Es como ir al Gran Cañón y mirar alrededor antes de intentar bajar", explica Jim Bell, científico de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) y responsable de las cámaras de los dos vehículos. Los conductores -que envían diariamente las órdenes pertinentes al ordenador de los robots para que se desplacen hacia una dirección sorteando los obstáculos peligrosos- ya han advertido de que entrar en el cráter puede ser complicado, pero tal vez lo sea mucho más salir de él.
Según afirma John Callas, el jefe del proyecto de los dos vehículos, en un comunicado de la NASA, "Opportunity muestra algunos síntomas de envejecimiento, pero está en buena forma para emprender la exploración del cráter Victoria".
Mientras tanto, los investigadores se están frotando las manos con lo que creen que pueden encontrar en los análisis que hagan los instrumentos del Opportunity. Las diferentes capas geológicas que parecen expuestas en los bordes abruptos del cráter podrían suponer un registro mayor de la historia de Marte que en otras zonas ya estudiadas por los vehículos. Habían pasado pocas semanas desde su llegada al suelo del planeta rojo, en 2004, cuando los sensores del Opportunity identificaron minerales y rasgos geológicos que los científicos asocian a formaciones en entornos de agua, lo que les hace pensar que en el pasado, hace millones de años, al menos en esa zona ecuatorial, fluyó el agua en Marte. Para algunos científicos, esos datos no son concluyentes.
Cuatro satélites
En Marte están funcionando ahora mismo, además de los dos todoterrenos, tres satélites de observación de la NASA y uno de la Agencia Europea del Espacio (ESA). La interacción de la información tomada con instrumentos en órbita y con detectores en el suelo (a bordo del Spirit y del Opportunity) interesa mucho a los investigadores. De hecho, la elección del cráter Victoria como destino a largo plazo del Opportunity se hizo hace dos años, a la vista de las imágenes tomadas por la sonda en órbita Mars Global Surveyor. Y ahora, las imágenes de alta resolución del MRO añaden muchos más detalles. Además, los datos medidos en el suelo tienen un alcance muy localizado, pero permiten calibrar y confirmar los registros globales de los instrumentos de los satélites; por ejemplo, la composición química o la de las características geológicas.
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