"Cada peldaño que subes, peor"
Bautista, campeón mundial de 125cc, conversa para EL PAÍS con Lorenzo, que hoy puede sellar el título en 250cc
Una maldición se ha roto esta temporada en el campeonato del mundo de motociclismo. Nunca un piloto de nacionalidad española había logrado ser campeón del mundo agarrado al semimanillar de una Aprilia, las motos de la fábrica de Noale, hasta que Álvaro Bautista (Talavera de la Reina, Toledo, 1984) lo logró en 125cc hace un mes en el circuito australiano de Phillip Island. En el circuito de Estoril puede sumársele hoy Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) en 250cc. Para ello debe terminar la carrera por delante del italiano de Honda Andrea Dovizioso, el único con opciones matemáticas de arrebatarle el título al piloto balear que, de proclamarse campeón, sumaría el trigésimo título mundial del motociclismo español.
Bautista: "No hay nadie como Rossi. Es bestial porque le sale todo y cuando debe salirle. ¡No es normal! Y lo hace de forma natural"
Lorenzo: "A mí me gustaba Max Biaggi. Era diferente y me llamaba la atención por eso y por la chulería que tenía"
Bautista: "Se te ve más tranquilo. Tus declaraciones son ahora más moderadas. Es mejor no decir lo que pensamos porque nos llevamos muchos palos"
Lorenzo: "Pedrosa es un pilotazo como la copa de un pino. Creo que se ha hablado poco de él. Y ha sido por su carácter. No tiene el carácter de otros"
Lorenzo: "Cuando subí a 250cc, pensaba que sería la leche. Después, la primera vez que te montas en la moto vas rápido, pero es muy raro"
Bautista: "En cualquier caso tengo unas ganas locas de probar la moto nueva, con tantos caballos. Pero el cambio será radical. Seguro que me impresionará"
Con siete victorias en lo que llevamos de campeonato en el zurrón, Bautista arrancará primero tras apuntarse ayer su séptima pole position de la temporada. No pudo hacer lo mismo Lorenzo, con ocho triunfos en lo que va de año, que cerrará la primera fila cuando se apaguen los semáforos aunque tres posiciones más adelantado que Dovizioso, séptimo en la sesión de ensayos definitiva. Sosegado el talaverano y menos fastidiado de lo que cabía esperar el mallorquín, ambos corredores se reunieron por la tarde en la carpa del equipo de Giorgio, dónde intercambiaron impresiones sobre lo que ha sido esta temporada y lo que acontecerá en la próxima que los juntará, ya como rivales, en la categoría intermedia.
Pregunta. ¿Porqué hasta ahora ningún piloto español había ganado subido a una Aprilia y este año puede haber dos?
Bautista. Porque la política de Aprilia es un poco extraña. Si estás adelante, te apoyan. Si no lo estás, no es que te dejen de lado, pero quizás no se vuelcan tanto. No ha habido muchos españoles con Aprilia que fueran rápido, pero este año Jorge en el dos y medio y yo en 125cc estamos dando guerra y nos han apoyado más.
Lorenzo. Era como un mal fario que perseguía a los españoles. Parecía que no se conseguiría nunca. De momento ya tenemos el de 125cc porque el de dos y medio aún no lo he ganado. En cualquier caso, la gente de Aprilia es muy legal, muy familiar
B. También ayuda su política. A principio de año todo el mundo parte con el mismo material pero, a medida que la temporada avanza, hay pilotos que reciben más ayuda que otros. Siempre en función de los resultados. He notado mucha diferencia con respecto a mi etapa en Honda, especialmente en todos los datos que me encontré de la moto. En la fábrica tienen toda la información para poder comparar. Mi etapa en Honda fue muy difícil porque, además llevaba el chasis oficial, ése maldito con el que algunos pilotos no sabíamos ir rápido y, además, no teníamos ningún dato telemétrico. Llegábamos a cada circuito y partíamos de cero. Fue un calvario.
L. Lo que ocurre es que Honda y Aprilia tienen dos filosofías muy distintas en las carreras. Honda tiene una cultura oriental, muy distinta a la europea. Son menos familiares en Honda. Los italianos son de sangre más caliente y se desviven por sus pilotos. Lo que ocurre es que, hoy por hoy, Honda es la mejor marca del mundo y es difícil luchar contra ellos. Aunque ahora, en las categorías pequeñas, tenemos nosotros la mejor moto. Por eso vamos primeros.
B. Siempre ha sido así y ya me di cuenta de esta filosofía en la Copa Aprilia de 1997. Me acuerdo de ti en el circuito de Cartagena, la primera vez que te vi. ¿Por qué no te había visto antes?
L. Yo comencé en Cartagena. Las tres primeras carreras del año me las perdí. Entonces no sabía ni que existía este campeonato.
B. Nos conocíamos todos los chavales y, de repente, apareció uno muy bajito, con el pelo todo rapado, una cresta en medio y una estrella a cada lado de la cabeza. Te veía y pensaba: ¿Pero este tío cómo va así? Era gracioso hasta que vi cómo le dabas al mango.
L. Tenía diez años, el primer año fui lento pero el segundo ya comencé a espabilar. Desde muy pequeño, con tres años, sabía que quería hacer eso. Cada día entrenaba muchísimo en una explanada que había cerca de mi casa. Corría en todas las categorías: trial, motocross... Y ganaba bastante porque, a pesar de que era casi un bebé, nos lo tomábamos muy en serio. Fue al llegar al Campeonato de España cuando supe que iría al Mundial.
B. Yo llegué un año más tarde que tú y, además, no tenía una fábrica detrás
como tuviste tú.
L. No te lo recomiendo eh... No porque no estuviera bien. Me trataron genial y me mimaron mucho. El problema es cuando los resultados no llegan. Entonces la presión se acumula a tus espaldas. Por experiencia te digo que, tener a una fábrica entera detrás de ti, puede ser un arma de doble filo.
B. No lo dudo porque te exigen mucho. Pero es lo que toca porque ellos se están volcando encima de ti. Debes responder. Tu sales beneficiado de su experiencia, pero también deben comprender que luchar en el Mundial es lo más difícil a lo que debe hacer frente un piloto. Desde fuera, cuando aún no has llegado, se percibe mucho más fácil.
L. Pues cada peldaño que subes es peor. Cuando subí a 250cc, pensaba que sería la leche. Pensaba que sería llegar y arrasar. Casi nadie lo dice pero la mayoría lo piensa. Después, la primera vez que te subes a la moto vas rápido, pero después te subes la segunda vez y la cosa cambia. Es muy raro. Siempre he visto que hay pilotos que hacen el primer test en una categoría nueva y lo hacen bien. Y luego les cuesta más. Vuelven a ir rápido pero al cabo del tiempo. ¿A ver si ahora vas a llegar tú y nos vas a fundir desde el primer día (se ríe)?
B. En cualquier caso tengo unas ganas locas de probar la moto nueva, con tantos caballos. Aunque soy consciente que el cambio será radical. Me tendré que adaptar a la conducción de dos y medio, con el paso por curva más lento pero con más potencia al salir. Seguro que impresionará. Otra vez el equipo será clave porque, cuando pillas una moto nueva, más potente, son ellos los que te deben llevar por el sitio.
L. Yo noté mucha más diferencia al pasar de las motos de calle a las 125cc que en el salto a 250cc. Ya me lo dirás cuando te subas porque desde fuera parece que todo vaya más rápido y no es así. Sí acelera más pero, por ejemplo, en las curvas no puedes ir tan rápido como con una moto pequeña. En MotoGP aún cambia más porque tienes que levantar antes la moto, no puedes ir tan rato inclinado cuando abres gas. B. Dani Pedrosa si que va rápido ¿eh?
L. Es un pilotazo como la copa de un pino. Creo que se ha hablado poco de él. Ha hecho mucho en estos tres últimos años [ha ganado un campeonatos del mundo de 125cc y dos de 250cc] y su irrupción en MotoGP ha sido estelar. Si no se ha hablado más ha sido por su carácter, porque no tiene el carácter de otros.
B. Pero nadie como Rossi. Es bestial porque le sale todo y, además, cuando debe salirle. Hay veces que frena en unas condiciones alucinantes y entra en sitios que...¡No es normal! Y lo hace de forma natural. Como Mick Doohan, que era la leche. Me acuerdo que ya con Schwantz y Rainey estuvo a punto de ser campeón del mundo hasta que se cayó y se destrozó la pierna. Luego volvió el tío y ganó cuatro campeonatos más. Era un piloto que lo tenía todo bajo control, pensaba mucho encima de la moto. A lo mejor se escapaba a cinco segundos y en la última vuelta marcaba la vuelta rápida de la carrera.
L. A mí me gustaba Max Biaggi. Era diferente y me llamaba la atención por eso y por la chulería que tenía. A veces te gusta un piloto y no sabes porque razón. Creo que, además, nos parecemos bastante encima de la moto. Los dos somos bastante finos de trazada y vamos por el sitio. Hace un año también me parecía a él en lo que decía, pero ahora estoy cambiando. Estoy escondiendo la bestia que llevo dentro.
B. Se te ve más tranquilo. Tus declaraciones son ahora más moderadas y eso está bien porque, la mayoría de las veces, es mejor no decir lo que pensamos porque nos llevamos muchos palos innecesarios. La bestia ya la soltarás cuando llegues a Palma de Mallorca como campeón....
L. ¿Tanto la liaron cuándo llegaste a Talavera?
B. ¡Buff! Prepárate. Para mí fue tremendo porque llegamos desde Japón: treinta horas de viaje. Estaba reventado porque, además, tuve que ir al Telediario y a alguna redacción. Llegué a Talavera y me recibieron un montón de moteros. No sabía que en Talavera, dónde hay una población de unos 100.000 habitantes, hubiera tantas motos. Al principio estaba un poco nervioso pero luego comencé a gritar y saltar como un loco. Todo el mundo me anunció que el recibimiento sería muy bestia pero cuando llegué....¡Fue una animalada!
L. ¿Más gente de la que te habías imaginado?
B. Pero ¡muchísima más! Había unas 30.000 personas o así. Entonces me montaron en una furgoneta y me dieron una vuelta. Aquello parecía la cabalgata de los Reyes Magos pero sin caramelos. La verdad es que se me puso la piel de gallina. Cuando vi a tanta gente me acojoné un poco, pero luego me volví loco. Ya verás cuando llegues a Mallorca.
L. A ver qué pasa, pero para ello todo debe ir bien mañana.Pero, en cualquier caso, si lo consigo verás a mis mecánicos un poco más barbudos que ahora. Es la promesa que hicieron y deberán cumplirla.
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