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Una pareja que acumulaba basura muere al arder su casa en Torrent

Los fallecidos habían perdido la custodia de sus dos hijos menores

Un matrimonio que acumulaba basura murió a primera hora de la mañana de ayer al incendiarse su casa, en la partida de Morredondo, en Torrent. Vicente E.E., de 78 años, y Palmira D.R., de 48 años, tenían cuatro hijos, de 24 años, 21 años, 14 años y ocho años. El parkinson que él padecía y la deficiente salud mental de ella hicieron que les fuera retirada la custodia de los menores hace un año.

La pareja vivía en una casa ubicada en una zona de residencia muy diseminada de Torrent. "Es difícil localizar la finca, hay que conocer muy bien la zona", dijo ayer Valentín Fernández, concejal de seguridad de Torrent. A primera hora de la mañana, una llamada avisó de que en un punto cercano a la cantera se veía humo. Los bomberos y la policía local acudieron a la zona. En la parcela 151 aún quedaban restos de un incendio que parecía haber destruido toda la vivienda. Los bomberos tuvieron que echar la puerta abajo. Dentro, un cúmulo basura y ropa. Y entre las montañas de basura, dos cuerpos calcinados: Vicente E.E., de 78 años, y Palmira D. R., de 48 años.

No tenían luz ni agua. Él padecía un parkinson muy avanzado. Ella tenía una débil salud mental. El matrimonio tuvo cuatro hijos. Los dos mayores, de 24 años y 22 años, hacen su vida desde hace tiempo después de alguna intervención de la administración. Los dos pequeños, de 14 años y ocho años, están desde hace poco más de un año, internos de lunes a viernes en una residencia de menores bajo la tutela de la Generalitat.

Algunos años atrás, las condiciones de vida del matrimonio hicieron que la administración local interviniera y les fuera retirada la custodia transitoriamente. La recuperaron. Hace poco más de un año, después, según fuentes municipales, de varias actuaciones con el matrimonio para intentar revertir la situación de deterioro, les fue quitada definitivamente la custodia de los dos hijos más pequeños. El absentismo escolar, evidentes signos de malnutrición y deficiencias en la higiene obligaron a la concejalía de Asuntos Sociales a solicitar al juez una medida definitiva. Los menores, los fines de semana, eran atendidos por un familiar de Palmira y no podían ver a sus padres.

Según fuentes municipales, Vicente tenía ya una importante deficiencia de movilidad a consecuencia del parkinson. Pero no quería abandonar la casa. Palmira no reconocía como anormales las condiciones en que vivían. Explicaba que ella acumulaba cosas porque reciclaba, que no necesitaba la luz y el agua porque vivía en la naturaleza. La investigación policial baraja como hipótesis del origen del incendio una vela.

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