Botín sale al paso de los rumores y descarta nuevas compras en España o en el extranjero

El Santander no está interesado en comprar más bancos, a pesar de la fiebre bursátil que se ha trasladado de las eléctricas al sector bancario al calor de posibles operaciones. El presidente del grupo, Emilio Botín, negó ayer que el Santander vaya a protagonizar nuevas compras -"ni en España ni en el extranjero", puntualizó- y aseguró que el banco está concentrado en el crecimiento orgánico. Además, aseguró que el grupo mantendrá invariable su participación en el Sovereign y se mostró "comodísimo" con los relevos en la cúpula del banco estadounidense.

No es habitual que un banquero salga al paso de los rumores que cíclicamente sacuden el parqué bursátil. Y el Santander ha tenido que salir dos veces a la palestra en menos de una semana para negar posibles operaciones. Botín, en un breve encuentro con la prensa en Barcelona, fue directo al grano ante las informaciones que sitúan al BBVA en la órbita del Santander, una eventual venta de Banesto y la posibilidad de que el grupo ejerza una opción de compra sobre el Sovereign. "Son rumores absolutamente infundados", declaró rotundo. Las acciones del Santander cedieron ayer el 0,8% en Bolsa, tras una semana de fuertes subidas.

"Estamos satisfechos con el tamaño del grupo y no nos hacen falta compras para crecer", aseguró. Botín se remitió a la última gran operación del Santander -la compra del británico Abbey- para explicar la estrategia actual del grupo. "La situación es absolutamente distinta a la que existía hace dos años, cuando compramos el Abbey. Hoy no estamos en esa onda. Crecemos al 25% en todas las patas del negocio", se justificó. "Las previsiones para el Abbey son alcanzar un beneficio de 1.000 millones de euros en 2006, sólo dos años después de la compra. La operación va colosal, y lo mismo ocurre con otras divisiones", dijo.

Competencia

El patrón del Santander se refirió explícitamente al BBVA como "un gran banco competidor" y añadió que una posible concentración de los dos grandes grupos bancarios españoles redundaría en contra de la eficiencia del mercado. "Para España es buenísimo que se mantenga la competencia actual", aseguró.

El grupo ya desmintió el pasado viernes en un comunicado -algo que el propio Botín calificó como "excepcional"- un posible interés por la entidad que preside Francisco González, en el que Banesto podría servir como moneda de cambio para hacer caja. "Banesto es una joya, y la intención es seguir manteniéndolo como una marca autónoma, y mantener invariable el porcentaje en Bolsa", en torno al 13%. El banco que preside Ana Patricia Botín ha anunciado que volverá a repartir dividendo, 13 años después de su intervención.

El presidente del Santander dio cuenta también del consejo del Sovereign, celebrado la noche del pasado martes. Preguntado por la posibilidad de elevar la actual participación -del 24,9%, que ha supuesto una inversión de 2.300 millones de euros-, Botín aseguró que el grupo "está comodísimo" con la actual situación, que le otorga una opción de compra sobre el 75,1% restante en junio de 2008. No hemos llegado al puente y por lo tanto aún no tenemos que atravesarlo", afirmó.

El consejo del Sovereign aprobó por unanimidad buscar un relevo a su presidente, Jay Sidhu, a final de año, y nombrar como consejero delegado a Joseph Campanelli. "El Sovereign es un gran banco, una gran franquicia en la costa Este de Estados Unidos. Los objetivos siguen siendo los mismos que el grupo tenía cuando se planteó poner un pie en ese mercado", añadió.

San Paolo

Sobre la fusión del Banco San Paolo -banco donde el Santander controla el 8,4% del capital- y Banca Intesa aseguró que la ecuación de canje "no es la adecuada" y que buscará mejorarla. A su juicio, "el San Paolo es el mejor banco de Italia. Vale más" de lo que ofrece Intesa.

Respecto a los votos en contra de los grandes fondos de inversión y de pensiones en la junta de accionistas relativos a la prolongación del mandato de los consejeros -de tres a cinco años-, Botín se limitó a quitar hierro a esa decisión. "O [los fondos estadounidenses, que representan el 29,5% del capital del banco] no nos entendieron o no nos explicamos bien sobre la conveniencia de que haya continuidad en los mandatos, como ocurre en otras entidades y como sucedía también en el Santander en el pasado", se justificó Botín, para posteriormente reconocer que los accionistas "son libres".