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XIV Bienal de Flamenco

El Cartero, un cantaor japonés, viene a medirse con el público "que entiende"

Masanobu Takimoto ofrece un recital gratuito en Sevilla

Margot Molina

A Masanobu Takimoto (Osaka, 1952) su padre le enseñó a tocar la guitarra flamenca a los nueve años, pero no fue hasta los 21 cuando -durante una actuación- el público le pidió que cantara. "Lo hice como un juego", recuerda El Cartero, nombre artístico que ha tomado de su anterior oficio. El cantaor japonés, admirado en su país, añoraba un público más conocedor que sus paisanos y decidió presentarse por su cuenta en la Bienal de Flamenco de Sevilla. El Cartero actuará hoy en la asociación Antigua Sevilla.

"Llevo muchos años cantando para el público japonés, aunque también he cantado en Nueva York y en Madrid alguna vez, y todos me dicen que lo hago muy bien; pero quizás para los españoles no lo sea tanto. Por eso he querido enfrentarme a un público que entiende como el de Sevilla", comenta El Cartero, quien ofrecerá esta noche un recital gratuito en la asociación Antigua Sevilla (Castellar, 50), a las 23.00 y acompañado a la guitarra por Antonio Moreno.

Takimoto, que cuando entona una soleá se libra de su acento japonés y suena a los cantaores que tanto admira como Camarón o José Mercé, hace 12 años que abandonó su trabajo en el servicio de correos japonés y se dedica exclusivamente al cante, casi siempre para el baile. "Hago lo que me gusta y me lo tomo como si fuera un juego", apunta el cantaor que aprendió escuchando a Camarón cuando aún no podía entender el significado de sus letras.

El Cartero, que actuó en la Bienal de Flamenco de 1988 en una velada que reunió a artistas japoneses, canta para bailaoras como Mayumi Kagita y Teiko Yamamoto, alumna de la famosa Yoko Komatsubara, una de las primeras artistas flamencas japonesas. Su concierto en Sevilla, en el que interpretará soleás, seguiriyas, fandango natural y malagueñas, no forma parte de la programación de la Bienal de Flamenco, pero él ha querido que coincida en el tiempo para asegurarse un público de conocedores. Dice Masanobu Takimoto que le dan "vergüenza las palabras" y que sólo canta lo que le dicta su corazón. "La verdad es que no tengo ni idea de por qué a los japoneses nos fascina el flamenco, es algo que siempre me he preguntado", afirma el artista, uno de los diez cantaores japoneses que se atreven a subir a un escenario pese a la gran dificultad que supone el idioma.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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