Carreras de cuatro años

Recientemente los medios de comunicación han indicado que 19 años es la edad media del ingreso de alumnos en las universidades del Reino Unido (RU), en un intento de justificar la menor extensión de las carreras universitarias británicas (tres a cuatro años) con respecto a los cuatro propuestos para España, donde la edad media de ingreso es de 18 años. El argumento es endeble porque las cifras no son equiparables. Los datos ponen de relieve que el RU ha facilitado el acceso a las carreras universitarias por parte de una mayor proporción de la población de edad mayor (respecto a España), con el resultado de que nada menos que el 53% de los alumnos universitarios principiantes en el RU han sido mayores de 21 años en los últimos tres años, con respecto a aquéllos de los 17 a 21 años. Por otra parte, además de los nacionales con más de 21 años, conviene añadir que los 1.900.000 alumnos universitarios del RU incluyen una proporción significativa de quienes han cursado los estudios de la enseñanza secundaria en otros países dos o tres años antes de postular el ingreso en una universidad del RU. Ambos aspectos producen un sesgo que dificulta la equiparación con la situación española.

Se infiere de la estadística oficial que de los 365.000 alumnos universitarios principiantes en el RU bastante más de la mitad tenían más de 19 años en el curso 2005-6, con la implicación de que la edad media fue menor para aquellos que habían cursado los estudios de la enseñanza secundaria en el RU, donde la edad normal para el examen final de los mismos es de 17 años en Escocia y 18 en Inglaterra, debido a las diferencias de los sistemas de la enseñanza, que repercuten en la extensión a cuatro años de las carreras escocesas mientras que tres son más frecuentes en las inglesas. Ya que vamos a tener carreras universitarias de cuatro años, para equipararnos con países de nuestro entorno, ¿no deberían nuestros futuros alumnos ingresar en la universidad española a los 17 años.