Julián Muñoz cumple su segunda noche en la saturada prisión de Jaén

El ex alcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz ha cumplido su segunda noche en la prisión provincial de Jaén, un centro con graves problemas de saturación, pues el número actual de internos supera en 250 su capacidad normal. Muñoz, que abandonó la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga) -donde permanecía ingresado desde el 20 de julio- el pasado lunes por decisión de Instituciones Penitenciarias justificada y para proteger su intimidad, permanece desde su llegada, a primeras horas de la noche del miércoles, en el módulo de ingresos de la prisión jiennense, donde aún podría estar durante varios días más.

El ex edil, detenido por el caso Malaya de corrupción municipal y condenado a un año de prisión por un delito urbanístico en el caso Proinsa, fue sometido ayer a los pertinentes reconocimientos médicos y entrevistas con educadores y trabajadores sociales para evaluar su estado físico y anímico. Fuentes de la prisión aseguraron que Muñoz está siendo tratado "como un preso más" y mostraron su sorpresa por la notoria delgadez del ex alcalde marbellí, que viste con chándal en todo momento.

La llegada de Muñoz a la prisión de Jaén, un centro que entró en funcionamiento a principios de la década de los noventa, no sólo ha concitado una enorme expectación por parte de los medios de comunicación (con unidades móvil instaladas de forma permanente desde que se conoció la llegada de Muñoz), sino que ha sido aprovechada por los sindicatos para reiterar sus denuncias sobre la masificación del centro, ubicado a unos siete kilómetros de la capital jiennense en dirección a Bailén.

Miguel Ángel Rojas, del sindicato Csif, recordó ayer que la prisión Jaén II alberga en la actualidad unos 750 presos, cuando su capacidad normal es de 500 internos. "Estamos al límite de lo que puede acoger la prisión", advirtió el sindicalista, quien contrastó esta situación con el déficit de plantilla existencia, que cifró en más de 100 empleados y funcionarios. "En ocasiones hay un solo funcionario para un módulo de 90 internos", subrayó Rojas. El pasado mes de febrero, fruto de esa masificación, se produjeron dos agresiones a funcionarios en menos de una semana, lo que motivó las protestas de los sindicatos.

Julián Muñoz ha llegado a una prisión en la que cumplen condena 13 presos de la banda terrorista ETA, seis presos de máxima seguridad, los que se incluyen en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), que son los únicos que no comparten celda, y un número no precisado de presos islamistas.