La juez prorroga la detención de Capullo de Jerez en los calabozos
Hoy declaran la mujer del cantaor y la abuela del bebé
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez decidió ayer prorrogar 24 horas más la detención del cantaor de flamenco Miguel Flores, más conocido como Capullo de Jerez, acusado de intentar quemar a un bebé de 20 meses. Tras prestar declaración en los juzgados, la magistrada decretó el traslado del artista a los calabozos de la Comisaría de Policía de Jerez, donde permanecía desde el sábado. El Ministerio Fiscal pide prisión incondicional para el cantaor, mientras que la defensa sostiene su inocencia.
Más de una hora de declaración en los juzgados de Jerez no fue suficiente para que la titular decretara la libertad o el ingreso en prisión de Miguel Flores, Capullo de Jerez, quien debe responder de la presunta comisión de los delitos de amenaza y tentativa de homicidio. La juez, Patricia Gómez, decidió completar hoy la declaración de Flores con la de dos testigos clave en el caso: la mujer del cantaor y la abuela del bebé, ambas presentes en el momento de los hechos.
El abogado de Flores dio a conocer ayer la decisión judicial a las cuatro de la tarde y ante la expectación de buena parte de la familia de Capullo, que esperaba ansiosa en las puertas del juzgado desde primera hora de la mañana. "Se prorroga la detención hasta la declaración de los testigos", informaba el letrado a los familiares pocos minutos antes de que el artista, abandonara los juzgados por la puerta de atrás en un furgón policial.
Durante la mañana la familia de Miguel Flores ofreció su versión de los hechos. Según relató la mujer del cantaor, Luisa González, el artista, después de una noche de copas con sus amigos, fue al bar El Cazador, en la barriada jerezana de La Asunción. Allí protagonizó una pelea con un conocido vecino, que resulta ser el novio de la madre del bebé supuestamente agredido. Luisa relató que en ese enfrentamiento su marido recibió un golpe "que le desfiguró parte de la cara". "Cuando llegó a casa", prosiguió, "me contó lo sucedido y, poco después, quiso coger la moto para irse a dar una vuelta". Según la esposa, al no tener gasolina, fue a comprarla con una botella y, una vez de regreso, "llegó a la puerta de la calle la abuela del pequeño, que llevaba al niño en un carrito". "Ella empezó a provocar y yo sólo repetía que se fuera, que ya había habido bastante con la pelea entre mi marido y su yerno", explicó. Según Luisa, el cantaor llevaba la botella con la gasolina y, "por la impotencia de la discusión, abrío la botella y se la echó encima. Y con el merchero intentó prenderse fuego el mismo". "Yo intenté quitarle a mi marido la botella, que ya estaba abierta, y fue entonces cuando pudo salpicar sobre el niño algo de gasolina". Este testimonio es el mismo que explicó ayer el representante del artista, Vicente López, y el que Capullo de Jerez expuso ante la juez.
Un relato muy distinto es el de la familia denunciante, que expone que el cantaor intentó quemar al bebé al rociarlo con la gasolina.
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