El 'primer salto' de Clickair

Marina Lacueva ensaya tras una cortina los gestos que indican dónde están las salidas de emergencia ante la mirada aprobadora de la sobrecargo. Faltan cinco minutos para las seis de la mañana y este vuelo Barcelona-Sevilla es su primera aventura como azafata, y también es el primer salto -según la jerga de los pilotos- de Clickair, la compañía de bajo coste que Iberia ha lanzado con otros accionistas. La experiencia, con todo, tiene poco sabor a estreno: el avión, un Airbus 320 de 180 plazas, era hasta hace poco de Iberia, aunque una mano de pintura lo ha convertido en una flamante aeronave gris metalizado y azul. La ruta también estaba hasta ahora operada por Iberia, que seguirá vendiendo billetes más caros para el vuelo en código compartido con Clickair.

La empresa empieza con 24 vuelos diarios y seis rutas, y ha vendido 250.000 billetes

El comandante no hace alusión al estreno de la compañía en su saludo a los pasajeros. Quizá porque un mensaje de presentación, lejos de ilusionar, crearía inquietud entre algunos de los 89 viajeros del vuelo XG1001.

No asoma la preocupación en el rostro de María del Valle, 31 años, pese a que es el primer avión de su vida. "No sabía que esta compañía era nueva, mi hermano compró los billetes hace casi un mes a 22 euros con tasas y nos hemos venido siete de familia", comenta relajada, aunque es de las pocas pasajeras que presta atención a la explicación sobre seguridad de Marina, que estrena uniforme de traje chaqueta azul cielo. La joven azafata rubia es la única novata de la tripulación, ya que el resto procede de rivales como Air Madrid o Vueling.

A las seis en punto el avión se pone en marcha -la puntualidad podría calificarse como británica, de no ser por que los retrasos de los aeropuertos londinenses este verano han dejado la expresión en entredicho-, coge velocidad y despega. María dice que ha sentido "impresión" en la boca del estómago, pero que le ha gustado. Ella y su familia van a pasar el día en Sevilla y cogerán el último vuelo de regreso a Barcelona, que aterriza en El Prat a las 0.59. "Queremos ver La Giralda, La Maestranza, la Alhambra...". ¿La Alhambra? "Si nos da tiempo, igual nos acercamos a Granada". La irrupción de las compañías de bajo coste (low cost) permite el lujo de darse un garbeo por Sevilla y volver el mismo día, pero la guerra de precios ha puesto en apuros a las líneas tradicionales.

"Se ahorra en servicios y en personal, porque cada empleado cumple varias funciones", explica el comandante Ángel Hernández. El avión aterriza en la capital hispalense pasadas las 7.30, aún de noche, y la temperatura es de 18 grados. Hará ocho saltos en un día, como los otros dos aviones de Clickair, que nace con 24 vuelos diarios y cubrirá seis rutas para las que lleva vendidos 250.000 billetes. En su primer día de vida, la nueva aerolínea transportó a 3.339 pasajeros, lo que supone un 70% de ocupación, informó Europa Press.

El lanzamiento de Clickair provocó en julio una huelga de pilotos de Iberia, que veían la low cost como una amenaza a su empleo, y despertó recelo en el Gobierno catalán por la posibilidad de que conllevase un repliegue de Iberia en Barcelona. El vuelo inaugural ha resultado menos turbulento.