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Reportaje:

Una banda masculina y un cerebro femenino

Una mujer rumana de 33 años diseñaba las operaciones de la banda internacional detenida la semana pasada en Castellón

María Fabra

Entre las 6.45 y las 8 de la mañana del pasado lunes, más de 150 agentes de la Guardia Civil comenzaban una de las jornadas más importantes de la llamada Operación Bahía. De forma simultánea, para evitar escapes de información y de perseguidos, acechaban los domicilios de una treintena de personas, todas ellas señaladas como presuntos miembros de una banda dedicada a robos, amenazas, falsificación y prostitución. En algunos casos, bastó una llamada al telefonillo: "Por favor, baje a retirar su coche, que está mal aparcado", para llevar a cabo el arresto. En otros, se accedió a los domicilios sin que los perseguidos mostraran apenas resistencia, según fuentes de la Guardia Civil. Y, así, se registraron hasta treinta detenciones en diez municipios diferentes de Castellón, Valencia, Tarragona y A Coruña. Sólo con un lapsus, en la localidad castellonense de Benicarló, cuando un vecino, ajeno a la banda, fue interceptado en las escaleras de uno de los edificios en el que vivían algunos miembros de la organización. Al margen de este equívoco resuelto, en poco más de una hora, la Guardia Civil había desmantelado una red de delincuentes a los que se les imputan delitos recopilados en más de 200 folios.

Entre los acusados se encuentra una persona de Benicarló muy conocida

Las detenciones, a las que siguieron otras durante los cuatro de días posteriores, suponían el fruto a más de tres meses de trabajo en el que no sólo participaron los 150 agentes que llevaron a cabo los arrestos, sino otros tantos, hasta 300 que, desde la comandancia de Castellón, habían colaborado en las investigaciones. En total, 34 detenidos de los que 7 son mujeres y entre los que se encuentran dos ciudadanos españoles. Entre ellos, el cabecilla, un ciudadano italiano y residente en el municipio coruñés de Porto do Son, al que le constaban antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio. Sin embargo, las investigaciones y las averiguaciones realizadas tas las detenciones han llevado a determinar que el verdadero cerebro de la banda no era él sino su compañera sentimental, una mujer rumana, de 33 años de edad, que residía también en A Coruña y que diseñaba las operaciones de toda la banda. Entre los españoles, una persona muy conocida en Benicarló, que se encuentra en libertad con cargos, y un vecino de Tortosa.

Las pesquisas se iniciaron a raíz del volumen de denuncias de pagos realizados con tarjetas de crédito falsificadas en algunas localidades del norte de la provincia de Castellón. La Guardia Civil logró encuadrar este "exceso" en un grupo de personas con vidas muy diferentes y con el nexo de su pertenencia a la banda, así como conectarlo con robos con violencia, fuerza e intimidación denunciados en la misma zona.

El mecanismo que utilizaban tenían su origen en el extranjero, en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Australia y Rumanía, desde donde recibían los códigos que, posteriormente, utilizaban para fabricar tarjetas de crédito falsas con las que compraban, por encargo, para después vender los productos a un 50% de su valor real. Así, algunos de los detenidos tenían hasta cinco tipos de tarjetas de identificación diferentes que presentaban cuando hacían uso de las tarjetas. Sin embargo, la banda se dedicaba también a la explotación de mujeres que, principalmente, trasladaban desde Rumanía con engaños y falsas promesas.

Pero en la mañana del pasado lunes no sólo trabajaron los agentes de la Guardia Civil. Los detenidos fueron repartidos por los calabozos de toda la provincia de Castellón, mientras la fiscal a la que le fue asignado el caso estuvo pendiente, en todo momento, de la marcha de la operación con el fin de agilizar los trámites para que la titular del juzgado número 2 de Vinaròs ordenara el destino de cada uno de los arrestados. Para ello, contó también con la colaboración del personal del resto de juzgados que, por un día, estuvieron bajo la mano de la juez del 2.

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