Sarkozy irrumpe en Madrid con su propuesta prohibicionista

El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, irrumpió ayer en los preparativos de la conferencia sobre inmigración irregular que hoy se reúne en Madrid, al anunciar, a través de Le Monde, que presentará una propuesta de "prohibición en el futuro de cualquier medida de regularización masiva".

Sarkozy tiene previsto asistir, junto a su colega Phillipe Douste-Blazy, a este encuentro de los ministros de Interior y Exteriores de los países mediterráneos de la UE, convocado por España para promover la conciencia de los problemas específicos de la frontera marítima meridional de la Unión, y, en concreto, para elaborar una propuesta conjunta de desarrollo de la Agencia de Control de Fronteras (Frontex) que pueda ser considerada de aquí a finales de año por la cúpula comunitaria.

Aunque la posición contraria a las regularizaciones que Sarkozy ha venido reiterando en su campaña de aspirante a la Presidencia de la República Francesa es bien conocida, el anuncio de ayer cogió por sorpresa a los organizadores de la conferencia de Madrid, ya que no entra exactamente en la agenda prevista ni, sobre todo, ha estado en ningún momento sobre la mesa de las negociaciones previas para consensuar la iniciativa conjunta.

Fuentes diplomáticas españolas indicaron anoche que la reunión está abierta a todos los problemas de la inmigración y que la propuesta de Sarkozy será discutida, si la plantea, con toda la carga polémica que ya ha enfrentado al ministro francés con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien el miércoles rechazó en las Cortes las críticas de Sarkozy a la regulación española.

El empeño principal de la cita, que reúne a representantes de España, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Eslovenia, Chipre y Malta, sigue siendo consolidar argumentos y proyectos para que la UE atribuya a sus confines meridionales una parte sustancial de los 1.800 millones de euros que el plan financiero 2007-2013 asigna al control de fronteras exteriores.

La mayoría de las iniciativas se orientan a mejorar la dotación de Frontex. Pero la agencia de fronteras es también objeto de otras reflexiones más amplias, como el modo de solventar la asimetría entre países con fuerzas civiles o mixtas, como España, Italia y Portugal, y los que, Como el Reino Unido o la propia Francia, sólo pueden aportar contingentes militares a las operaciones conjuntas de control. Ese problema explica algunas promesas incumplidas en la crisis de Canarias, según fuentes españolas.