Un museo a rayas

El Atlético inauguró ayer su museo en las tripas del estadio Vicente Calderón. Un intrincado laberinto con más de mil piezas que ilustran la historia del club desde su fundación, en 1903. Hay botas con caña alta, balones de color marrón llenos de costuras, futbolines herrumbrosos de cuando en el Madrid de la posguerra los chicos echaban las horas en los billares, carteles de los que se colgaban en las puertas de los comercios tradicionales anunciando la jornada, cromos y entradas a partidos míticos casi en descomposición. Todo en una superficie de 600 metros cuadrados que desemboca en la tienda oficial del club. Además, también se guardan, entre otras, las copas de los 18 títulos nacionales de la entidad y sus dos logros internacionales -la Intercontinental de 1975 y la Recopa de 1962-. El recorrido recrea distintos ambientes de los inicios del fútbol, como un taller artesano del cuero o una calle castiza. También hay una sala de exposiciones.

El recinto es un empeño personal del consejero delegado de la entidad, Miguel Ángel Gil, y de Pablo Ornaque, que ha cedido más de la mitad de las piezas que contiene. En el turno de discursos previos al clásico corte de la cinta -pocos minutos antes aún se daban las últimas manos de pintura- desfilaron por una tarima Enrique Cerezo, presidente rojiblanco; Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; Juan Antonio Samaranch, ex máximo responsable del Comité Olímpico Internacional; Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, y el propio Ornaque, que subió al estrado a una niña pequeña para que leyese un elogio al club madrileño. También se estrechaban sobre las tablas Rafael Simancas, portavoz socialista en la Asamblea de Madrid; José Luis Astiazarán, de la Liga de Fútbol Profesional; Ángel María Villar, presidente de la Federación Española; Ramón Calderón, cabeza dirigente del Madrid, y Ángel Torres, del Getafe, entre otros. Y toda la plantilla del equipo. Además, paseando entre los objetos, un grupo de cinco militares de alta graduación del Ejército del Aire, con sus respectivos uniformes llenos de insignias, recordando que la entidad algún día se llamó Atlético Aviación. Después se reinauguró la muestra con los representantes de las peñas y los aficionados.

Ornaque, nombrado asesor cultural del Atlético y a quien se le impuso su insignia de oro y brillantes, aseguró que la colección se puede considerar una de "las ocho mejores en su género del mundo" y recordó que aún faltan por colocarse un 15% de las piezas de las que finalmente constará. Entre las que ayer se mostraban tras las vitrinas de cristal había, por ejemplo, un balón con el que se disputó el primer Mundial de fútbol, en 1930. Aguirre se retrotrajo a los inicios del club y recordó: "Hace más de cien años, un grupo de estudiantes vascos en Madrid fundaron el club Atlético de Madrid. Estoy convencida de que ninguno de ellos era consciente de que, fundando este club, habían creado una de las instituciones madrileñas más importantes de los últimos años".