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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

Edu despega con menos kilos

El medio brasileño, que ha aumentado "una barbaridad" su peso muscular, lidera al Valencia

"Mi mujer me dice que estoy muy delgado", bromea Edu, centrocampista brasileño del Valencia, feliz, sin embargo, de haber perdido esos dos kilos de más que arrastraba desde hace años. Él siempre pensó que su peso ideal eran los 80 kilos correspondientes a sus 189 centímetros. Se equivocaba, al menos a tenor de los estudios del preparador físico del Valencia, Paco de Miguel. Según una fórmula en la que se mide la masa corporal, el peso óseo y la grasa, De Miguel concluyó que Edu, de 28 años, debía pesar 78,5 kilos. A rebajar "ese lastre" se dedicó el jugador durante el verano. Desde entonces, dirige al Valencia con la suavidad de un cisne, como en la primera parte del domingo ante el Barça en el Camp Nou (1-1). Hoy, el Valencia recibe a un Roma sin Mancini ni Taddei, pero sí con el temido capitán Totti.

Edu ha aumentado su peso muscular "una barbaridad", explica De Miguel, que exige a sus jugadores que su musculatura pese al menos la mitad de su cuerpo, lo que supone que el índice de grasa esté por debajo del 11%. Así, el medio paulista es el jugador que más partidos acumula en el Valencia desde el arranque del campeonato -aprovechando también la baja por lesión de Baraja-, además de correr una media de 11,5 kilómetros por encuentro.

A ese óptimo estado físico, Edu añade una técnica innata de zurda perfeccionada en la escuela del Corinthians, de São Paulo, donde llegó con sólo cuatro años. "Mi padre tenía un supermercado pequeño. Clase media. Sin lujos, pero sin hambre", cuenta el brasileño, que espera volver a la seleçao con Dunga como nuevo seleccionador.

"Soy un jugador técnico, pero sin llegada constante al área. Prefiero dar un pase de gol y organizar, estar por detrás de la pelota, ofrecer ayudas", se define Edu, al que se le reprocha cierta inconstancia en su juego. "Me gustaría que valoraran el trabajo defensivo. A veces no puedo marcharme y dejar solo a Albelda", responde el paulista, que también puede actuar de medio de contención como en su anterior etapa en el Arsenal. "Allí Arsène Wenger, el técnico, nos decía que el mediocentro tenía una obligación tanto defensiva como ofensiva. Vieira subía mucho y entonces yo me quedaba. He aprendido a ocupar los espacios".

Edu ha hallado en los desmarques de Villa un complemento ideal para sus pases. Hay una jugada repetida: el brasileño toca raso y fuerte para el asturiano, que recibe en el pico izquierdo del área y arma un alboroto. Como en el regate a Márquez en un ladrillo del Camp Nou que acabó con un disparo al palo de Víctor Valdés. "Villa es muy inteligente para encontrar los huecos y yo debo conducir hasta dar el pase preciso". El gol al Barça, con cinco primeros toques, lo inició Edu y lo culminó Villa. Después llegó el vendaval azulgrana. ¿Qué pasó? "En la primera parte, Edmilson salía poco y entre Albelda y yo paramos a Xavi y a Deco. En la segunda, venían los tres: Xavi, Iniesta y Deco", remata Edu, con más peso en el Valencia desde que perdió un par de kilos.

Valencia: Cañizares; Miguel, Ayala, Albiol, Moretti; Angulo, Albelda, Edu, Vicente; Villa y Morientes.

Roma: Doni; Panucci, Chivu, Mexes, Tonetto; Aquilani, De Rossi, Pizarro, Perrotta; Totti; y Montella.

Edu conversa con Quique ayer en el entrenamiento del Valencia.
Edu conversa con Quique ayer en el entrenamiento del Valencia.JOSÉ JORDÁN

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