Dos gigantes en el Camp Nou

Convertido en un clásico, el Valencia volvió a ser un hueso para el Barça, que no le gana en el Camp Nou desde junio de 2001, el día del Rivaldazo. También es costumbre que Villa anote frente a los azulgrana y, ayer, el asturiano fue puntual ante Víctor Valdés. Luego, ya en el segundo periodo, Iniesta dinamizó al Barça y llegó el empate con un gol del manchego. A partir de ahí, el campeón estuvo tan por encima de su rival como estuvo el cuadro de Quique en el primer tramo. El resultado fue un choque magnífico, de alto voltaje, vibrante, repleto de detalles hermosos y jugado de principio a fin con el tensiómetro en rojo. Un duelo entre los dos candidatos más firmes al título, al menos por el empaque de ambos. Tienen los mismos puntos que el Real Madrid, pero desde lo estrictamente futbolístico el grupo de Capello aún está lejos.

En el Manzanares también había un cartel rutilante, con el fornido Sevilla frente al esperado Atlético. Y, por gracia de Maxi, el equipo rojiblanco se apuntó la victoria. El Atlético que blinda a Torres y suspira por Agüero, tiene en el argentino Maxi a un filón. Un centrocampista sigiloso, más bien irrelevante en todo lo que ocurre fuera del área, que se transforma cuando huele la red rival. No es un delantero estático, un pivote que anide cerca del gol; él llega sin previo aviso. Cuando irrumpe tiene pegada y precisión, lo que le convierte en uno de los medios más goleadores del planeta. La pasada temporada, en un equipo tan esquelético como el rojiblanco, anotó diez goles. Este curso ya lleva tres, contando los dos que le hizo ayer a uno de los conjuntos más en forma de Europa. El Sevilla, que comenzó como un ciclón, con 0-1 a favor tras marcar Renato, acabó agrietado por la expulsión de sus dos centrales titulares, Escudé y Javi Navarro. Situación que aprovechó Maxi para retorcer el marcador en los últimos instantes. Con el nudo al cuello, el Atlético encadenó dos victorias a una semana de visitar a su vecino del Santiago Bernabéu, donde desfilará el próximo domingo a un punto del equipo de Capello. Para el Sevilla supuso perder el liderato y su primera derrota oficial desde el pasado 2 de abril.