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Entrevista:Ayala | Defensa del Valencia | Fútbol | Cuarta jornada de Liga

"Somos un equipo de vértigo"

Ayala habla a borbotones, ordena, corrige, manda. Impone. Así ha sido el sustento defensivo del Valencia desde que llegó en 2000, y así sigue tras salvar una grave crisis en verano, cuando acusó al presidente, Juan Soler, de haberle engañado en una ampliación de su contrato que, finalmente, no se concretó.

Pregunta. ¿Cómo mantiene una intensidad defensiva tan alta?

Respuesta. Pasa todo por la concentración, por que esté hablando constantemente, ordenando a la gente que tengo delante o al costado. Porque, en definitiva, si los ordeno, ellos me van a hacer jugar mejor a mí. Es la única manera de que yo pueda rendir a ese nivel. El central necesita ubicación y saber hablar para jugar muchos años.

P. Son sus máximas defensivas.

R. Sí, y estar físicamente de 10 puntos. No sólo en el partido sino antes del entrenamiento, durante y después. Tener mi físico al límite.

P. ¿Cómo?

R. El descanso, la comida, el fisioterapeuta para poner el cuerpo en condiciones de poder estresarlo al día siguiente.

P. ¿Lo último que ha descubierto sobre su cuerpo?

R. El pilates: una gimnasia que te da elasticidad y fuerza.

P. ¿Lleva una vida monacal?

R. Una vida prolija, como decimos en Argentina, de respetar todos los horarios.

P. ¿Sin ningún exceso?

R. No, por la noche no salimos ni a bailar. Si acaso soy de tomar café después de cada comida: por la mañana, al mediodía y por la noche. Y el vino también, una copita, cuando estoy con amigos.

P. A sus 33 años, se mide a delanteros de plenitud física como Eto'o. ¿Le aguanta un sprint?

R. Lo tendría que probar. A Eto'o no lo puede frenar uno solo, sino con ayudas. Si logramos dejarlo de espaldas, pasará bastante inadvertido. Y si cae mucho a las bandas y juega lejos de la portería, mucho mejor. Pero Eto'o hará ese trabajo sucio para que aparezcan Giuly, Ronaldinho o Messi.

P. ¿Quién es el azulgrana más imprevisible?

R. Ronaldinho es el que más hace jugar a los demás, pero el más imprevisible, porque lo conozco de cerca, es Messi. Parece perdido en el campo, pero cuando coge el balón, va para adelante, no gambetea para los costados.

P. ¿Por qué al Barça se le atraganta el Valencia?

R. Porque somos un equipo que te cierra los espacios, que no te deja jugar, que siempre tiene detrás de la pelota dos o tres, como se ve en los cortes de los partidos que nos pasa Quique [Flores, el entrenador]. Esos vídeos nos sirven para mejorar mucho. Ves que puedes cerrar mejor o salir más rápido. Te ayudan a decidir mejor.

P. ¿Cuál es la idea que les ha repetido Quique esta semana?

R. Si queremos ganar, debemos estar bien juntos y salir rápido. Estar cuanto antes en su portería.

P. Después de la tormenta del verano, usted jugó en el Calderón ante el Atlético como si nada.

R. Lo que más quería era no ser negativo dentro del grupo. Era una situación que podía desestabilizar, había muchísimo en juego, y no quería ser negativo. Me entrenaba bien, aunque tal vez con una cara más seria de lo habitual.

P. El socio no entendió que dijera que quería irse al Villarreal cuando le quedaba un año de contrato. Dio la imagen de un niño mimado al que, poco tiempo antes, le habían cambiado el contrato de dólares a euros para que ganara más.

R. Es que todo va dependiendo de lo que das. A esta profesión la respeto muchísimo. En cada entrenamiento trato de dar lo máximo. Y de competir al máximo. Para que cuando lleguen estas situaciones, yo me siente y diga 'esto' y sea esto. No fue por dinero, sino por que yo tenía ganas de terminar mi carrera acá: mi familia está muy bien. Yo dije que me quería ir, pero que si tenía que respetar el contrato de un año, lo haría. No soy un niño mimado. Al contrario. Si me lo gano, ¿por qué no? En todos los trabajos pasa.

P. En todos los trabajos no te cambian los dólares por euros.

R. No fue eso, sino algo que venía hablado de atrás.

P. ¿Pesó la enemistad de Carboni ?

R. Yo no era enemigo de Carboni. Fuimos compañeros y la relación no era ni mala ni buena, sino de respeto mutuo. Él pasó a otro cargo y pensó que lo mejor era eso

[rebajarle la oferta de ampliación de contrato].

P. ¿Hay semejanzas de este Valencia con la época de Benítez?

R. Benítez tenía que armar un equipo y lo armó; ahora ya está armado y le han dado unas pinceladas de calidad.

P. Más recursos ofensivos.

R. Sí, notamos que, en cualquier momento, nuestros delanteros van a marcar. Es muy difícil que terminemos sin goles.

P. Pero, defensivamente, el Valencia sigue dependiendo de Cañizares y de usted.

R. Hemos rotado mucho en los últimos años y nos hemos mantenido como uno de los menos goleados. Ésa es la base de los triunfos y del futuro. Hoy no estamos funcionando tan bien como quiere el técnico. Pero que la gente esté tranquila porque el defensor es mucho más aplicado que el delantero.

P. Sin embargo, usted abusa del pelotazo en largo.

R. Depende del equipo en que estés. Yo en Argentina, si mira el Mundial, no tiré ni un pelotazo. A veces en el Valencia abusamos del pelotazo porque somos un equipo de vértigo, tenemos puntas que les gusta picar a las espaldas como Villa. No somos de tener tanta pausa como el Villarreal. Recuperamos, dos o tres toques, y salimos.

R. ¿Entiende la retirada de Riquelme de la albiceleste por el sufrimiento de su madre?

R. Es una decisión que no compartimos, pero tenemos que acompañarla porque es una elección de vida más que otra cosa.

P. ¿Le pesa no haber conseguido nada con su selección?

R. No, me da ganas de seguir compitiendo en una Copa América o en un Mundial. En Suráfrica 2010 yo tendré 37 años y no descarto nada. Ya veremos.

Ayala celebra un gol con el Valencia.
Ayala celebra un gol con el Valencia.JOSÉ JORDÁN

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