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Reportaje:

El demonio como pretexto para abusos

La Audiencia de Valencia juzga a una mujer por abusar ella y grabar los abusos sexuales de su pareja a su hija durante años

Miedo. Un miedo inmenso e inconcreto sirvió de coartada para los abusos sexuales que durante siete u ocho años sufrió una menor de su madre y el compañero sentimental de ésta para sacarle el demonio del cuerpo. Hoy tiene 19 años y acompañada de su padre biológico declaró ayer ante el tribunal de la sección quinta de la Audiencia de Valencia. Explicó a la sala cómo siendo muy niña, empezó una sucesión de abusos sexuales de su madre y del compañero sentimental de ésta.

Recordó que la separación se tradujo en que su padre era la peor persona del mundo y que apareció otro hombre en casa. Ella era entonces la única niña y durante mucho tiempo la trataron muy bien. Tres hermanas nacieron desde entonces. No sabe qué cambió para que pasara a estar poseída por el demonio y necesitara, le decía el nuevo cabeza de familia, terapias para salvarse. Las terapias consistían en siete días en los que tres veces al día era penetrada bucal, anal y vaginalmente por su padrastro, durante muchos años en presencia de su madre -que participó y grabó las sesiones, según las acusaciones-. Le daban, dice el escrito de la fiscal, bebidas y cocaína para que se dejara abusar. En su casa había una habitación cerrada siempre con llave. Una amiga de la víctima declaró ayer que conocía ese lugar por su compañera como "la habitación donde mis padres hacen cosas". La víctima no iba prácticamente al colegio, pasaba días sin comer, no podía salir de casa, no le dejaron seguir estudiando y la obligaron a trabajar con ellos en un bar.

El día que cumplió 18 años se marchó de casa y buscó a su padre biológico. Fue él quien hace un año presentó la denuncia. La Guardia Civil encontró en el domicilio abundante material pornográfico con los acusados practicando sexo con la menor. La madre dijo ayer no recordar nada y haber actuado bajo la influencia de las drogas. El padrastro reconoció relaciones sexuales a partir de los 14 años y dijo que eran consentidas. Un hermano de éste también está acusado por tocamientos. La fiscal pide diez años para la madre y para el padrastro y la suspensión de la patria potestad, además de 100.000 euros de indemnización.

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