Imparable Sevilla
Un gol de Renato hunde al Betis y decide el 'derby' sevillano más vistoso de los últimos años
El derby sevillano más tibio en las calles, resultó ser uno de los de mejor fútbol de los últimos años. Y lo ganó el Sevilla, porque ahora mismo es mejor que el Betis y porque tiene una estrategia sólida acompañada además de un racimo de jugadores con una calidad individual tal que pueden decidir cualquier partido. El equipo de Nervión encadena su undécima victoria consecutiva en un partido oficial y ya ha demostrado que no sólo puede imponerse a cualquiera, sino que tiene recursos para hacerlo de varias maneras diferentes. Una prueba de su potencia es que ha marcado 13 goles en los últimos cuatro encuentros.
El Sevilla sigue siendo el que era, pero el Betis no. Irureta lleva camino de conseguir fraguar un conjunto sólido. El técnico vasco tenía dos obsesiones, -no más, que para eso es novato en esto de los duelos sevillanos aunque con el pellejo ya de cuero- para enfrentarse al Sevilla: los tempranos goles sevillistas y la banda que forman el centrocampista Navas y el lateral brasileño Alves por la derecha. Una la consiguió anular, la otra le complicó la vida y, finalmente, una jugada individual le acabó matando.
SEVILLA 3 - BETIS 2
Sevilla: Palop; Alves, Javi Navarro, Escudé (Martí, m. 78), David (Duda, m. 55); Navas, Poulsen, Renato, Adriano; Kanouté y Kepa (Luis Fabiano, m. 55). No utilizados: Cobeño; Sales, Martí, Puerta y Dragutinovic.
Betis: Doblas; Melli, Juanito, Nano, Romero;
Maldonado (Odonkor, m. 66), Vogel, Rivera, (Robert, m. 86) Wagner (Xisco, m. 67); Edu y Sobis. No utilizados: Contreras; Lembo, Capi, Robert y Miguel Ángel.
Goles: 1-0. M. 26. Kanouté, de penalti. 1-1. M. 41. Sobis aprovecha un fallo en el despeje de David. 1-2. M. 53. Sobis. 2-2. M. 57. Kanouté, a pase de Navas. 3-2. M. 84. Renato.
Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Romero, Escudé, Rivera, Doblas y Alves.
45.500 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
El líder lleva 11 victorias seguidas y 13 goles en sus cuatro últimos choques
El equipo de Juande Ramos gusta de pegar primero para machacar después. Para evitar eso, Irureta colocó a sus jugadores con marcajes y objetivos claros. Vogel cerraba y echaba una mano a Wagner y Romero frente a Alves y Navas. Rivera presionaba a Renato, Edu intentaba fijar a Poulsen y alejarle del brasileño, Sobis estiraba el juego por la izquierda y Maldonado cortaba por la derecha. Durante cerca de media hora, logró el Betis contener al anfitrión. Navas se fue de Romero no menos de media docena de veces en la primera media hora, pero la estructura aguantó los rapidísimos empellones del joven extremo.
Hasta que se le juntó Alves, recogió un pase suyo y lo puso en el área. Y, dos fallos después, la pelota entró en la portería bética. Kepa controló fatal pero su pifia se convirtió en un magnífico pase a Kanouté que con media vaselina se aprovechó de la posición adelantada de Doblas.
El Sevilla sigue con una claridad de ideas que acoquina a sus rivales. El juego sevillista se apoya en el espléndido juego horizontal de Poulsen. El danés es tan bueno que hasta le da cobertura táctica a los heterodoxos movimientos de Dani Alves por el campo. Poulsen se ocupa del jugador que el lateral deja libre en sus subidas, perseguió a Edu cada vez que se acercaba al área y hasta abrazó a David después de que este regalara a Sobis el primero de sus goles ayer en el Sánchez Pizjuán.
El Betis perdió presencia y eficacia con el tanto de Kanouté, pero también encontró el gol gracias a un fallo. La presión de Maldonado agobió al veterano lateral sevillista David, que retrasó la pelota fatal, tanto que se la dejó franca a Sobis, que con una tranquilidad pasmosa batió al guardameta Palop por bajo con un tiro con el interior bastante flojo, pero espléndidamente colocado. No era la primera vez que Maldonado llegaba claro. Antes de forzar el error que acabó en gol ya había tirado un par de veces a puerta y en una de ellas, un cabezazo, debió haber marcado. Es un jugador de futuro, peo que aún se aturulla cuando se ve con la obligación de marcar.
Todo lo contrario que Sobis, que demostró una sangre fría y una fe en sí mismo colosal en el segundo gol. Otra jugada de Maldonado, otro mal remate del canterano y otro sereno disparo del flamante fichaje bético.
El Sevilla no se alteró y en la enésima escapada del recital que ayer protagonizó Navas, un pase suyo acabó en los pies de Kanouté que volvió a batir a Doblas. Navas estuvo ayer colosal, rápido, elegante y hasta defendió.
La última media hora de partido fue lo más parecido a un derby. Irureta chafó bastante la armonía del conjunto con unos cambios que no aportaron nada más que despiste. Juande Ramos sacó a un especialista en balón parado y a un merodeador de área para intentar llevarse le partido de una vez por todas. Pero fue una jugada individual, un jugadón el que lo decidió todo. Renato se coló hasta la línea de fondo por el límite izquierdo del área, regateó en dos ocasiones hacia atrás hasta que encontró el hueco para chutar la pelota a la escuadra del primer palo. Un buen derby, el mejor en años, buenas señales del Betis y victoria para el que hoy por hoy es el mejor de los dos equipos sevillanos.
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