El regulador abre la vía para una rebaja del precio del ADSL

El ADSL puede abaratarse en los próximos meses. La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) aprobó ayer la reducción en un 21% de las tarifas que cobra Telefónica a sus rivales por alquilarles la red. Esa medida se notará en el bolsillo de los consumidores si las compañías alternativas (Ya.com, Wanadoo o Jazztel) repercuten la rebaja a sus actuales clientes de voz más ADSL, alrededor de 300.000, y a las ofertas futuras.

Una noticia buena para el consumidor y muy mala para Telefónica. La CMT, el principal organismo regulador de las telecomunicaciones, aprobó ayer una bajada del 20,9% de la cuota mensual que pagan las compañías alternativas a Telefónica por alquilar su red para dar servicio de ADSL a sus clientes.

A partir de la entrada en vigor de la resolución, previsiblemente en la segunda quincena de octubre, Telefónica cobrará 8,98 euros mensuales por cada línea al resto de compañías que alquilan su red para ofrecer paquetes de llamadas y de acceso a Internet, como Ya.com, Wanadoo, Tele2 o Jazztel. Ahora la pelota está en el tejado de estas compañías, que deberán decidir si les compensa repercutir parte de esta rebaja a sus clientes o, por el contrario, emplean el ahorro que les supone la medida en mejorar sus cuentas de resultados.

Estas compañías cobran una media de 20 euros mensuales a sus clientes por la oferta básica de ADSL (1Mb) y llamadas, a los que hay que sumar los 15,57 euros que paga de cuota de abono a Telefónica, como propietaria de la línea.

La reducción del 20,9% sólo afecta al alquiler de las 306.786 líneas (datos de julio) que ofrecen ADSL y llamadas conjuntamente (bucle completamente desagregado, según su definición técnica). Las tarifas de alquiler de líneas que sólo ofrecen servicios de banda ancha (bucle parcialmente desagregado), que afectan a 402.687 líneas, así como el acceso indirecto a la modalidad GigADSL (más de un 1 Mb) permanecen invariables.

La medida supone un tremendo varapalo para Telefónica que, una vez más, verá reducidos sus ingresos por el alquiler del bucle (la parte final de la red que llega al domicilio de los abonados), que el pasado año ascendieron 94,7 millones de euros.. La rebaja tampoco afecta a las tarifas de los más de 3,2 millones de clientes directos que tiene Telefónica, cuyo precio no puede ser modificado ni a al alza ni a la baja sin la autorización de la CMT.

Más control sobre Telefónica

Aunque Telefónica señaló ayer que iba a esperar a disponer de la resolución para expresar una postura oficial, en fuentes de la compañía se señaló que estas nuevas tarifas sitúan a España con los precios del alquiler del bucle más bajos de Europa, y desincentivan la inversión y la implantación de la banda ancha.

El presidente de Telefónica, Cesar Alierta, recordó ayer en Barcelona, que las telecomunicaciones "es el único componente del IPC [índice de precios de consumo] que ha bajado desde 1999". En concreto, añadió Alierta, mientras la inflación se ha incrementado un 25%, el índice de telecomunicaciones se ha reducido un 17%, evolución que el presidente atribuye a la mejora de la productividad y la eficiencia, informa Serafí del Arco.

La nueva oferta de acceso al bucle del abonado (OBA), el documento que regula los contratos entre Telefónica y las compañías alternativas, impone nuevas obligaciones a la compañía que preside César Alierta. Telefónica deberá dar cuenta a la CMT de una serie de parámetros de calidad y un sistema de control sobre las peticiones del resto de las compañías para utilizar sus centrales, a las que tendrá que conceder el espacio solicitado en seis meses.

Por si fuera poco, la CMT paralizó ayer como medida cautelar la nueva oferta de Telefónica de 3 Mb, con el fin de que sus rivales puedan también replicar la oferta.

El consejo de la CMT decidió aplazar la resolución sobre la reducción del 50% hasta 2008 de las tarifas que se pagan las compañías de móviles entre sí cuando la llamada se dirige a uno de sus abonados. Telefónica, Vodafone y Amena han pedido que se aplace la medida o, al menos, que se reduzca la rebaja.