Mueble e iluminación asumen que "el futuro pasa por la calidad" y consagran la marca Hábitat para la feria
Miguel Ángel Giménez, presidente de la Feria Internacional del Mueble, y Mario Mariner, presidente de la Feria Internacional de la Iluminación, consagraron ayer la marca paraguas Hábitat Valencia para la próxima edición del certamen que arranca el próximo lunes en Valencia y que se ha concebido y organizado a partir de una premisa: "El futuro pasa por la calidad". Mariner, que sintetizó la consigna, reveló un segundo aspecto clave del escaparate, subrayar el valor del producto no ya valenciano, ni siquiera español, sino del "Made in Europe".
El número de expositores y de metros cuadrados destinados al certamen es ligeramente inferior al de la última edición. Crece la proporción de expositores europeos y, aunque formalmente "no se ha cerrado la puerta a nadie", los responsables de la feria evitaron invitar a potenciales clientes.
"Cuando entra en una tienda, el cliente no busca un aparador, busca un estilo de vida"
José Manuel Ponz, director de la feria, sentenció que Hábitat tiene la dimensión "correcta para la industria española" y apuntó aspectos técnicos de la presente edición de un escaparate cuyo único parangón es la feria de Milán, que se celebra en primavera.
El mueble clásico ha sido y es uno de los baluartes de la industria valenciana y ocupa un lugar destacado. Todo el primer nivel de los cuatro pabellones del nuevo recinto de Feria Valencia está dedicado a alta decoración. Mueble e iluminación de estilo clásico comparten espacio con complementos y texturas de acuerdo con el concepto Hábitat, que pretende facilitar la tarea a los profesionales. "Cuando un cliente entra en una tienda de muebles no busca un aparador, busca un estilo de vida", explicó Giménez.
La vanguardia y el mueble moderno cobran peso en Hábitat, pero comparten el segundo nivel de exposición con algún segmento de productos clásicos. El mueble "rústico urbano de líneas rectas", en palabras de Ponz, se agrupa en el sector Natura Contemporáneo. Y constituye el espacio de transición hacia los tres antiguos pabellones de la feria de Valencia donde se exhibe la vanguardia más rabiosa; se destina un pabellón completo a los distribuidores identificados como "canal contra", que explotan el producto rebelde; y se reserva otro para "el escenario de futuro" y el debate cultural bajo la rúbrica Forward.
El tercer nivel de la feria lo copan mueble e iluminación modernos y, como novedad, se reserva una planta completa para el mueble tapizado, un segmento que alberga gran cantidad de producto.
Ponz explicó que el 75% de los expositores son españoles. Entre los extranjeros predominan, por ese orden, italianos, portugueses y franceses. Hay vendedores brasileños, rumanos, polacos, alemanes o marroquíes. Como novedad, se incorporan expositores de Irán, Moldavia y Costa de Marfil.
Los organizadores de Hábitat esperan recibir la visita de unos 80.000 profesionales del sector de todo el mundo, una cifra similar a la del pasado ejercicio. Ni Mariner ni Giménez -Rosa Lladró, presidenta de DeCo, no pudo asistir- se atrevieron a anticipar cifras de negocio previstas. Apenas deslizaron que sus sectores afrontan la feria con "moderado optimismo".
